La construcción del embalse de Río Indio, un megaproyecto de $1,900 millones, sigue generando rechazo en comunidades campesinas. Mientras la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) asegura que el proceso será “ordenado y justo”, la Coordinadora Campesina contra los Embalses denuncia que no han sido consultados y exigen ser escuchados.
Ilya Espino de Marotta, subadministradora de la ACP, hizo un llamado al diálogo y afirmó que la entidad quiere “entender la posición” de los campesinos. Explicó que, tras la aprobación de fondos por la junta directiva, se elaborará un plan de reasentamiento con las familias censadas y, en una segunda fase, se definirá la compensación.
“Esto no es algo que el Canal impone. Vamos a construir el proceso en conjunto con los residentes”, aseguró Espino de Marotta.
Para quienes deseen más información, la ACP cuenta con seis oficinas en la cuenca del río Indio donde se brinda asesoría sobre el proyecto.
Por su parte, los opositores insisten en que el Canal no ha consultado debidamente a las comunidades afectadas en las provincias de Colón, Panamá y Capira.
“Nuestra preocupación es que se imponga un proyecto sin consulta. El acuerdo de Escazú nos garantiza el derecho a ser escuchados”, manifestó Alcibíades Martínez, representante de la comunidad de Tres Hermanas.
Actualmente, la ACP sigue negociando con los afectados. Mientras tanto, la incertidumbre crece entre los campesinos que temen ser desplazados sin garantías claras.