La producción de zapallo en el territorio panameño se ha incrementado en los últimos cinco años en 160 mil 496 quintales, que representan un 117% y a una tasa de crecimiento respecto al año pasado de 21.4%, con un incremento de 168 mil 835 quintales, de los cuales 23% se produjo para el mercado de exportación, según el informe del cierre agrícola 2020-2021, que elaboró la Dirección de Agricultura del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA).
Las provincias de mayor producción de este rubro son Herrera, Los Santos y Chiriquí, pues la superficie sembrada y cosechada se incrementaron por encima del 100% en los últimos cinco años. En ese sentido, la participación de los productores creció significativamente en comparación al año pasado, con 237 productores más.
“En términos generales la producción agrícola ha contribuido en la disponibilidad de alimentos, con la producción de 11.5 millones de quintales específicamente en el grupo de granos”, destacó Reynaldo Solís, director de Agricultura.

En raíces y tubérculos, desarrollados con tecnologías de producción, a pesar de las problemáticas generadas por la variabilidad climática y otras fuerzas externas que influyeron en la actividad agropecuaria”, agregó.
Los herreranos ligeramente son los mayores productores con 83 mil 793.48 quintales, seguidos de Los Santos con 82 mil 416.69) y Chiriquí con 10 mil 737 quintales.
Los indicadores de los últimos años señalan que en el ciclo agrícola 2020-2021 la producción en quintales de zapallo fue de 229 mil 715; 2019-20 con 121 mil 172; 2018-19 con 74 mil 696; 2017-18 con 92 mil 110) y 2016-17 con 65 mil 153.
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En cuanto a la exportación, de la producción total de 297 mil 619.94 quintales de zapallo, 67 mil 904.57 han sido para la comercialización fuera de las fronteras panameñas en el cierre agrícola de 2020-21. En 2019-20 fue de 7,613; en 2018-19 fue de 74 mil 501; en 2017-18 fue de 72 mil 266 y en 2016-17 fue de 71 mil 971.
Este año agrícola (2020-21) en términos generales ha sido favorable en cuanto a producción y rendimiento del cultivo, de igual forma en la comercialización con precios estabilizados que favoreciendo al pequeño y mediano productor, según el análisis de la Dirección de Agricultura del MIDA.