Los residentes y transportistas de Nuevo Emperador y Burunga, en la provincia de Panamá Oeste, enfrentan diariamente largas horas de tráfico, con trayectos que pueden tomar hasta dos horas, especialmente en las horas pico de la mañana y la tarde. Esta situación ha generado frustración en la comunidad, afectando la frecuencia de los buses y taxis, que en ocasiones se ven obligados a aumentar sus tarifas debido al intenso congestionamiento.
Ante la urgencia de una solución, las autoridades locales anunciaron que están colaborando con el Ministerio de Obras Públicas (MOP) en la revisión de un proyecto vial destinado a aliviar el tráfico en esta área. El proyecto contempla la habilitación de una vía forestal de más de 15 kilómetros, cuya construcción se incluiría en el presupuesto anual de 2025.
Inicialmente, se había propuesto la construcción de una carretera de cuatro carriles que conectaría Nuevo Emperador, Burunga y Río Congo en La Chorrera, pero debido a limitaciones presupuestarias, la nueva gestión ha planteado reducir la obra a dos carriles. Esta propuesta, aunque ajustada, sigue siendo una respuesta a la creciente demanda de la comunidad, que ha estado exigiendo mejoras viales durante años.
Se ha vuelto tema una habilitar la vieja carretera de Nuevo Emperador-Burunga q es un área boscosa, eso es abrir la puerta a deforestación y a la llegada de invasores. Seamos creativos, exijamos un viaducto lo suficiente alto para que impacte lo menos posible. pic.twitter.com/AgA4xtKt22
— USANTOS (@USANTOSQ) August 26, 2024
Residentes de la zona expresaron su preocupación por la situación actual, destacando que solo cuentan con dos vías principales que han permanecido inalteradas por mucho tiempo, a pesar del aumento significativo de la población en el área, convirtiendo a Arraiján en el segundo distrito más poblado del país.
El proyecto, originalmente licitado en 2018, ha pasado por varias revisiones y modificaciones, y las autoridades aseguran que están comprometidas en buscar una solución que mejore la calidad de vida de los habitantes de Nuevo Emperador y Burunga, aunque los ajustes presupuestarios han obligado a reconsiderar la magnitud de la obra.



