En uno de mis escritos recientes, mencioné la palabra Gobernanza. Dado los acontecimientos recientes, pareciera que se está convirtiendo en costumbre que algunos funcionarios, y aquellos de dicen ser elegidos por votación popular.
Estos últimos, en algunos casos, usaron el clientelismo político en su campaña, No tengan el menor reparo en no saber distinguir, o mejor dicho, no quieren distinguir lo que es el conflicto de intereses.
¿Esta gente habrá cumplido con algunos de los requisitos mínimos para evitar este conflicto?
En nuestro país es muy raro ver a un funcionario público y menos a un diputado, hacer una declaración pública de conflicto de intereses. Si partimos de las premisas que los temas públicos deben ser para mejorar la situación de población, con esfuerzos organizados junto a la comunidad. La toma de decisiones de los temas públicos, y en su mayoría no está en manos de población, sino en manos, científicos, técnicos, sociedad organizada y dolorosamente en políticos. Dependerá del tema discutido.
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Vemos a diputados afanados en cambiar normas y que se relaciona a intereses personales. Eso es conflicto de intereses. El exceso de la contratación directa, atribuida a la pandemia, eso es conflicto de intereses. Favorecer negocios del Estado con empresas ligadas a familiares o amigos de altas figuras del gobierno, eso es conflicto de intereses y se asoma insistentemente a actos de corrupción.
Estamos en un llamado diálogo por la Caja de Seguro Social. Aquí la cosa es inversa. Todos debemos tener un interés manifiesto por ese tema. Sin embargo, todo lo que sea consensuado en esa instancia, llegará a la Asamblea de Diputados. Recuerda, estamos hablando de Ética Pública. Con el ejemplo que nos han dado, no auguro buenos resultados, tomando en cuenta que tienen un discurso populista y las acciones de algunos, no dejan buena señal.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.
