La feria de alimentos del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA), organizada este 20 de mayo en Curundú, estuvo a punto de venirse abajo por un altercado entre los asistentes. Desde la madrugada, decenas de familias formaron largas filas con la esperanza de comprar arroz y otros productos a precios accesibles. Sin embargo, la tensión subió cuando un grupo intentó colarse, ignorando el esfuerzo de quienes llevaban horas esperando.
La situación se puso tensa y hubo gritos, pero Hermisenda Perea, suplente a representante del área, intervino para calmar los ánimos. “Primero que nada, pido disculpas a la gente del IMA y vamos a reanudar la venta del arroz. De verdad que hay una necesidad, pero también mi gente de Curundú sabe comportarse y lo vamos a demostrar. Van a comprar su arroz y todo el mundo va a llevar su arroz a su casa”, aseguró Perea, logrando que la feria continuara.
Para organizar la multitud, el personal del IMA y la Junta Comunal dividió las filas: una para adultos mayores y otra para el resto de la gente. Así intentaron que los más vulnerables tuvieran prioridad y la compra fuera más ordenada.
La necesidad es tan grande que muchas personas llegan antes del amanecer. “Nosotros los pobres tenemos que buscar lo barato”, contó una vecina, quien explicó que en su casa, donde viven seis personas, el arroz comprado apenas les alcanza para quince días. Para muchos, estas ferias son la única forma de conseguir comida sin gastar tanto.
Ante la alta demanda, algunos residentes pidieron abrir tiendas permanentes del IMA en el área. “Aquí en Curundú debería haber una tienda fija, porque hay mucha gente de bajos recursos”, sugirió una asistente.