Con el respaldo de 7,000 firmas, extrabajadores de Cobre Panamá entregaron una carta al presidente José Raúl Mulino, solicitando una reunión para conversar sobre las graves afectaciones laborales, sociales y económicas que ha causado el cierre de la mina, especialmente en las provincias del interior del país.
En la carta, los firmantes señalan que las acciones tomadas por la administración anterior dejaron a miles de familias sin sustento, afectando tanto su estabilidad económica como sus trayectorias profesionales. Cobre Panamá, que generaba aproximadamente 40,000 empleos directos e indirectos, fue una fuente clave de ingresos y oportunidades para muchas familias. Tras años de esfuerzo y dedicación, hoy se enfrentan al desempleo, la falta de oportunidades y crecientes dificultades para cubrir sus necesidades básicas, lo que ha generado un futuro incierto para ellos y sus familias.
“El cierre de la mina ha incrementado el desempleo y nuestras familias fueron afectadas. Muchos de mis compañeros han perdido sus casas y sus vehículos.
Nos piden que busquemos otro empleo o que dejemos el país, pero somos profesionales mineros, panameños, formados en este campo. No queremos emigrar ni cambiar de profesión, queremos trabajar aquí y que reabran la mina, porque somos nosotros los que movemos la economía de este país”, comentó Leevans Castrellón, vocero de extrabajadores de Cobre Panamá.
El grupo también reconoce que algunos excompañeros aún conservan sus empleos, pero siguen enfrentando la misma incertidumbre sobre la posible reactivación de las operaciones. Por ello, insisten en la necesidad de encontrar una solución concreta que brinde estabilidad y esperanza a quienes se han visto gravemente afectados.
Los excolaboradores han manifestado su disposición para reunirse con el presidente Mulino y exponer su situación, buscando soluciones que ayuden a mitigar los efectos de esta crisis y beneficien a las comunidades dependientes de la industria minera, con la esperanza de recuperar la estabilidad perdida.
