Un operativo sorpresa terminó con la captura de una persona que vendía carne de fauna silvestre a través de redes sociales. El hecho ocurrió en el área de Nuevo Arraiján, donde las autoridades actuaron tras semanas de seguimiento e inteligencia ambiental.
La operación fue ejecutada por el Equipo Multidisciplinario Especializado Ambiental (EME Ambiental) y la Dirección Regional del Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) de Panamá Oeste.
Gracias a una compra controlada, se logró ubicar al individuo, quien fue sorprendido con producto cárnico que, según indicios preliminares, pertenece a un armadillo (Dasypus novemcinctus), especie protegida por la legislación panameña.
Durante la intervención, las autoridades le decomisaron la carne silvestre al sujeto, quien fue inmediatamente puesto a órdenes del Ministerio Público por la presunta comisión de delito ambiental contra la fauna silvestre.
Esto, con base en la Ley 24 del 7 de junio de 1995, la cual prohíbe de forma clara y contundente la caza, comercialización y consumo de especies silvestres en todo el país.
“El daño que causa esta práctica no es solo legal, sino ecológico. Cada especie cumple una función vital en el ecosistema. Por eso, perseguimos a quien caza, vende o compra animales silvestres”, indicó Erick Núñez, jefe del Departamento de Biodiversidad de MiAMBIENTE.
El Ministerio de Ambiente advirtió que la ley no hace distinción entre el cazador, el comerciante y el comprador: todos son igualmente responsables ante la justicia.
Además, reiteró que la venta de este tipo de productos a través de redes sociales se está monitoreando activamente, por lo que quienes incurran en estas prácticas pueden ser ubicados y procesados penalmente.
El EME Ambiental, encargado de coordinar estas acciones, está conformado por el Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Seguridad Pública, la Fiscalía Superior de Ambiente, el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, además de unidades especializadas de la Policía Nacional, el Servicio Nacional de Fronteras y el Servicio Aeronaval.
Las autoridades hacen un llamado firme a la ciudadanía a no comprar carne de origen silvestre, ni mucho menos comercializarla, recordando que además del riesgo legal, esta práctica amenaza la biodiversidad del país y contribuye al deterioro de los ecosistemas.
Este caso se suma a la lista de acciones contundentes contra delitos ambientales, en momentos donde la vigilancia sobre el tráfico de especies ha aumentado debido a su auge en plataformas digitales.
