Durante cuatro días de navegación, el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) desplegó una intensa jornada de monitoreo marino en el Parque Nacional Coiba, uno de los santuarios naturales más ricos del Pacífico panameño. El operativo, realizado del 10 al 13 de junio de 2025, tuvo como misión observar y registrar a las gigantes y escurridizas criaturas que habitan estas aguas protegidas.
Ballenas, delfines, tiburones, tortugas, rayas y hasta aves marinas fueron parte del festín visual de los expertos y guardaparques, quienes realizaron tres rutas estratégicas por puntos ecológicamente clave como Punta Esquina, Bahía Damas, Playa Blanca, Isla Ranchería, Isla Canales de Afuera, Isla Contreras, Playa Hermosa, Punta Brava y Playa Manila.
No se trató solo de avistar. Cada media hora, los equipos registraron parámetros ambientales como la temperatura del agua, salinidad, pH y profundidad, junto a las coordenadas geográficas exactas de cada avistamiento. Todo esto formará parte de una base de datos científica crucial para proteger la biodiversidad del área.
Entre los visitantes marinos que se dejaron ver están la tortuga verde (Chelonia mydas), el delfín manchado pantropical (Stenella attenuata) y la ballena de Bryde (Balaenoptera brydei). En el cielo, fragatas, piqueros y pelícanos completaron el espectáculo natural.
Los guardaparques que participaron fueron previamente capacitados para la recolección precisa de datos, lo que refuerza el enfoque técnico del operativo y el compromiso con la conservación. La jornada reafirma el rol vital de Coiba como un laboratorio viviente y un escudo ante la pérdida de especies marinas.
Mientras muchos vacacionan en estas fechas, el mar de Coiba se convierte en una sala de observación donde la ciencia y la naturaleza se encuentran. Y desde ya, los resultados de este monitoreo prometen nuevas luces sobre el estado real de nuestra megafauna.