El cáncer de próstata continúa siendo una amenaza silenciosa para los hombres panameños. De acuerdo con datos presentados por el Dr. Carlos Brugiati, urólogo de Hospiten Paitilla, solo en 2023 se detectaron 1,184 nuevos casos de esta enfermedad en el país, lo que representa un aumento del 89% desde 2020. Con una tasa de 71 casos por cada 100 mil hombres, el cáncer de próstata se mantiene como la primera causa de muerte oncológica masculina en Panamá.
“El cáncer de próstata no da síntomas en sus primeras etapas. Cuando aparecen, ya suele estar avanzado. Detectarlo a tiempo salva vidas”, advirtió Brugiati.
El especialista recomendó iniciar el tamizaje a los 50 años en hombres con riesgo promedio, y a partir de los 40 en quienes tienen antecedentes familiares o son afrodescendientes.
También pidió romper los tabúes religiosos y sexuales que alejan a muchos hombres del examen urológico. “Revisarse no cambia la orientación sexual de nadie. En otros países incluso se usa un lenguaje más cotidiano: así como llevas tu carro al taller o le cambias el aceite, también debes revisar tu motor interno”, comentó.
El secreto está en leer las etiquetas

Por su parte, el Lic. Bryanyt Worrell, nutricionista clínico, explicó que la alimentación tiene un papel decisivo y recordó que la alimentación influye directamente en el desarrollo del cáncer. Recomendó evitar alimentos ultraprocesados, colorantes, preservantes y altos niveles de azúcar y sal, apostando por productos frescos y locales.
“El colorante rojo, por ejemplo, fue un enemigo silencioso: más del 90% de las personas en estudios prolongados desarrollaron células cancerígenas”, señaló.
Algunos de estas sustancias para preservar tienen usos industriales fuera del ámbito alimenticio.
Entre ellos, destacó el glutamato monosódico, que se usa como potenciador de sabor pero puede provocar dolores de cabeza y taquicardia; el ácido fosfórico, empleado también como limpiador de motores y removedor de óxido; y el aspartame, un edulcorante artificial cuestionado por sus efectos metabólicos y posibles vínculos con el cáncer.
Otros compuestos comunes, como colorantes sintéticos o aceites vegetales refinados, están relacionados con alergias, hiperactividad infantil y riesgos cardiovasculares.
“El problema no es comer, sino no saber qué estamos comiendo. Muchos de estos ingredientes fueron creados para conservar, no para nutrir”, alertó Worrell.
Además, advirtió sobre los llamados “alimentos sucedáneos”, que imitan a los naturales pero contienen más aditivos y menos valor nutricional.
Worrell señaló que el tema del etiquetado nutricional en Panamá ha avanzado, pero aún falta conciencia. Explicó que gracias a conversatorios y movimientos ciudadanos se ha logrado mayor interés por leer y comprender lo que dicen las etiquetas, aunque el proyecto de ley que busca hacerlo obligatorio lleva más de cuatro años en la Asamblea. “No se trata de satanizar marcas, sino de ayudar a la gente a elegir con conocimiento”, recalcó.
Ambos especialistas coincidieron en un mensaje simple y poderoso: una dieta consciente y los chequeos médicos regulares pueden salvar vidas.
Datos
En Panamá, el cáncer de próstata aumentó 89% desde 2020, con 1,184 nuevos casos en 2023.
“Revisarse no cambia la orientación sexual de nadie, es un acto de responsabilidad y amor propio".
“El problema no es comer, sino no saber qué estamos comiendo".
“Muchos aditivos usados en alimentos también se emplean en productos industriales".


