Más de ocho comunidades en Tanara, corregimiento de Chepo, enfrentan una crisis que ya dura dos meses por la falta de agua potable. Los vecinos aseguran que dependen de los carros cisternas para abastecerse, pero el servicio se suspendió hace semanas al expirar el contrato con el proveedor. Esto ha obligado a muchos a comprar agua a altos precios, alrededor de 15 dólares por un tanque de 700 litros, mientras otros deben racionar lo poco que consiguen.
Entre las zonas más afectadas están Balvina, San Juan de Dios y la calle Los Tanques, donde el problema del agua no es reciente sino una situación que ha persistido por años. Sergio Navas, vocero comunitario, expresó la preocupación porque muchas familias no pueden costear esta compra y carecen de alternativas.
A pesar de varias reuniones con autoridades del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), los residentes denuncian que los compromisos no se han cumplido. Les prometieron que el agua llegaría cada ocho días y que se instalaría una nueva tubería, pero no ha habido avances visibles en más de seis meses.
La falta de agua afecta especialmente a adultos mayores y estudiantes, quienes deben ingeniárselas para realizar sus actividades básicas diarias. “Podemos vivir sin luz, pero no sin agua”, expresó una residente con frustración.
Mientras el Idaan no ofrece soluciones definitivas, las comunidades exigen una respuesta concreta y el restablecimiento urgente del servicio de carros cisternas mientras se instala una red estable de distribución.
Esta crisis afecta la calidad de vida de miles en Tanara, y la demanda ciudadana es clara: agua potable garantizada y un compromiso real para que nunca más se repitan estas largas interrupciones.


