Jean Quijano no solo es conocido por su talento en el diseño de modas y el arte plástico, sino también por su amor por el buen sabor. Su platillo favorito es el tradicional escobish con patacones, un reflejo del sabor y la esencia de su tierra natal: la provincia de Colón.
Este diseñador afropanameño, que comenzó hace 14 años con la simple idea de hacer algo diferente, ha logrado que su marca Jean Decort sea reconocida dentro y fuera del país. Lo que empezó como camisetas pintadas a mano se transformó en una propuesta sólida e innovadora que ha desfilado en pasarelas internacionales y ha vestido a figuras del patio como Delyan Arjona, Katleen Levy y Kafu Banton.

“Quería que cada prenda contara una historia. Que no fuera solo ropa, sino que representara nuestra esencia panameña. Desde el puente de las Américas, la rana dorada, hasta la cultura congo o el patacón; todo eso está plasmado en mis diseños”, explicó Jean.
Su inspiración surgió al notar que muchos países africanos tenían sus propias telas icónicas y, al regresar a Panamá, se preguntó: “¿Y nosotros qué tenemos?”. Fue entonces cuando decidió crear estampados únicos inspirados en la cultura local, algo que no solo conectó con los panameños, sino que también llamó la atención en pasarelas de Miami, Etiopía, Colombia y México.
Su historia es también un ejemplo de cómo los sueños pueden convertirse en realidad. Jean recordó cómo su talento fue descubierto en un retiro espiritual, donde presentó sus primeras creaciones. “Ahí supe que esto era lo mío”, confesó. Lo que comenzó como simples pedidos para eventos como el 5 de noviembre o Navidad, se convirtió en una marca con identidad propia.
El camino no ha sido fácil. Jean admitió que durante años vio cómo su marca parecía limitarse a celebraciones de mayo. “Pensé, si no cambio mi enfoque, mi empresa no sobrevivirá. Por eso creé piezas atemporales y adaptables a cualquier ocasión”, dijo. Hoy, su tienda ofrece desde camisas, carteras, pañuelos, boinas, hasta souvenirs únicos como tazas y mini cuadros. Todo con ese toque distintivo que habla de Panamá.
Para Jean, la pandemia fue un punto de inflexión. “Me obligó a replantear todo. No solo se trataba de hacer prendas bonitas, sino de construir un negocio sostenible”, recordó. Fue entonces cuando apostó por imprimir sus propias telas y expandir su marca a nivel nacional e internacional, con presencia online y una tienda física en Panamá que ya lleva tres años funcionando.
Curiosamente, su clientela principal son los caballeros, aunque sus diseños abarcan todas las edades. “Desde niños hasta personas de 60 años, todos encuentran algo que los conecta con su esencia”, destacó. Para Jean, Jean Decort no es solo moda, es una experiencia que combina arte, cultura e identidad.
Y aunque ya ha conquistado pasarelas y corazones dentro y fuera del país, Jean no planea detenerse. “Queremos llegar a más lugares, llevar esa esencia panameña al mundo. Porque sí se puede vivir del arte, de la cultura, con disciplina, estudio y amor por lo nuestro”.