Durante su intervención, la tarde del jueves en la primera sesión plenaria de la IX Cumbre de las Américas en Los Ángeles, Estados Unidos, el presidente de la República, Laurentino Cortizo, advirtió que uno de los retos más apremiantes que enfrenta la región es la crisis de la migración irregular, que tiene sus raíces en la falta de oportunidades para la población en los países de origen de los migrantes.
Cortizo manifestó que Panamá “vive el drama constante de los migrantes irregulares”, ya que llegan por miles al país tras atravesar la selva del Darién en su viaje hacia los Estados Unidos, arriesgando sus vidas y en muchas ocasiones perdiéndola.
“¿Abandonaría alguien su país, si allí tuviera las condiciones de vida que se ve obligado a buscar en otras partes?”, cuestionó el mandatario.
El gobernante señaló que afrontar esta crisis migratoria exige “acciones eficaces y concretas en cada uno de los países, con esfuerzos regionales compartidos”.
“En esto que debemos concentrarnos hoy y pasada esta cumbre”, expresó Cortizo ante el auditorio convocado en el centro de convenciones de Los Ángeles.
Además, hizo un llamado a los líderes de las Américas a reenfocar las acciones y a trabajar juntos en una mayor cohesión de la región que “nos permita transitar en esta cambiante realidad mundial, hallar mecanismos, recursos financieros y mantenernos en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible”.
Solo el día de ayer, agentes de la Brigada Caribe, en conjunto con personal de inteligencia del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) interceptaron a 92 migrantes irregulares, en su mayoría venezolanos, y capturaron a 8 colombianos presuntos traficantes de personas, que los movilizaban en barcas.
Las cinco embarcaciones fueron avistadas en las costas de la comarca Guna Yala durante una operación en contra del “tráfico ilícito de personas”, dijo el jefe de Operaciones del Senafront, Raymond Cáceres.
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Cáceres indicó que el grupo de migrantes “rescatados” por el Senafront está compuesto por 13 niños, 12 mujeres y 67 hombres, siendo la mayoría de nacionalidad venezolana.
Sostuvo que los presuntos traficantes de personas o coyotes cobraban a los migrantes “un aproximado de 900 dólares” por el tránsito hasta la comunidad de Carreto, en la comarca Guna Yala.
De acuerdo con datos del Servicio Nacional de Migración (SNM), entre enero y mayo pasado ingresaron a Panamá un total de 32 mil 797 migrantes en movilidad, de ellos 19 mil 402 de América del Sur (con venezolanos a la cabeza con 16 mil 720); 5 mil 343 de las Antillas, 5 mil 245 de África y 2 mil 751 provenientes de Asia, entre otros.
