La migración irregular que afecta a Panamá y Costa Rica es el tema central que será abordado en una reunión que sostengan, la semana próxima, los mandatarios de estos dos países centroamericanos.
La Presidencia de Costa Rica informó que el mandatario Rodrigo Chaves llegará a Panamá el jueves 5 de octubre. Está programado que al día siguiente Chaves se traslade junto al panameño Laurentino Cortizo a Darién, la frontera de Panamá con Colombia, puerta de entrada de miles de migrantes, especialmente de Venezuela. Al final del encuentro, el mismo 6 de octubre, ambos mandatarios darán una conferencia conjunta en Metetí.
Cortizo ha dicho que hay coincidencias con su homólogo tico al referirse a que tiene que haber un flujo ordenado y seguro de migrantes. “El tema del ordenamiento es bien importante para saber qué tipo de personas están atravesando la selva del Darién. Panamá está regresando algunas personas a sus países de origen de manera semanal, pero es un tema que se tiene que trabajar de forma multilateral”, sostuvo Cortizo ayer, viernes, en un encuentro con periodistas. Cortizo afirmó también que el desorden no le conviene ni a Panamá ni a Costa Rica.
Panamá y Costa Rica son dos de los países por donde transitan miles de migrantes, que han emprendido una travesía desde Suramérica hacia Estados Unidos.
Esta semana se anunció que la cifra de migrantes irregulares que han cruzado la selva del Darién en 2023 supera las 400 mil personas. Se trata de una cifra récord, reconocen las autoridades nacionales
La gran mayoría de los migrantes son suramericanos: venezolanos (más de 252 mil), ecuatorianos (47 mil 724), y colombianos (13 mil 404). Les siguen los antillanos, con más de 39 mil 200, asiáticos (27 mil 878) y africanos (7 mil 389).
Esto ha llevado también a que el presidente de Costa Rica firmara ayer viernes un decreto ejecutivo que declara Emergencia Nacional la crisis migratoria, lo que permite a la Comisión Nacional de Emergencias tomar una serie de medidas administrativas, operativas y económicas para atender la situación.
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El presidente Chaves ha dicho que su gobierno va a deportar a los migrantes que no respeten las leyes en Costa Rica.
El pasado 19 de septiembre, en el marco del septuagésimo período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, Cortizo se reunió con el mandatario colombiano Gustavo Petro. El mandatario colombiano dijo que no estaba de acuerdo con Panamá en colocar una serie de retenes a lo largo de la tupida selva del Darién, porque sería ineficaz. “Acordamos centrarnos en cómo humanizar. Panamá habla de ordenar, nosotros de humanizar y que no muera la gente”, dijo el presidente colombiano.
Petro considera que la solución a esta crisis pasaría por “desbloquear económicamente a Venezuela”, en alusión a las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos al régimen de Nicolás Maduro.
Un reciente informe de Migration Policy Institute −un centro de investigación y análisis independiente con sede en Washington, D.C., Estados Unidos− detalla que entre 2016 y 2022 de Venezuela se han desplazado 7.4 millones de personas, casi una cuarta parte de toda la población del país.



