El Gobierno le puso fecha y billete a la esperada restauración de la Iglesia San Felipe de Portobelo, hogar del venerado Cristo Negro.
Con una inversión de más de 12.2 millones de dólares, arrancó el proyecto que no solo le devolverá el brillo a este tesoro colonial, sino que también busca revivir el orgullo y el turismo en la costa atlántica.
Luego de la misa dominical, la ministra de Cultura, Maruja Herrera, llegó con la buena nueva: la Orden de Proceder ya está firmada y sellada, y el Consorcio Unidos por el Nazareno de Portobelo tiene luz verde para iniciar la obra, que también incluye la Capilla San Juan de Dios y sus alrededores.
“La Iglesia de San Felipe no es solo piedra y madera, es la memoria de un pueblo y el corazón de su gente”, soltó la ministra, dejando claro que este proyecto no es solo para embellecer, sino para crear empleo, fortalecer el turismo cultural y proyectar a Portobelo al mundo.
Ricardo Gago Salinero, el Alto Comisionado encargado del proyecto, destacó que se trabajará codo a codo con la comunidad para respetar cada detalle histórico, desde las paredes hasta las tradiciones vivas que giran en torno al Cristo Negro.
Este esfuerzo forma parte de una movida más grande que incluye la restauración de los fuertes San Jerónimo y San Fernando, además de capacitar a los portobeleños en temas turísticos y culturales.
Todo, justo después de que la Ruta Colonial Transístmica de Panamá fuera reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO.




