Lo que comenzó como una discusión entre estudiantes terminó en una escena de terror dentro del colegio José Santos Puga, en Santiago de Veraguas. Una riña con arma blanca puso en riesgo la vida de varios jóvenes y destapó la creciente violencia que sacude los centros educativos del país.
El hecho, grabado en videos que circularon de inmediato por redes sociales, obligó a las autoridades a reaccionar. La Dirección Regional de Educación de Veraguas convocó a una reunión de urgencia con la gobernadora Hildemarta Riera, la directora regional de MEDUCA, entre otras autoridades de la comunidad educativa.
La Defensoría del Pueblo también se pronunció, expresando su “más enérgico rechazo” a la violencia escolar y recordando que todo niño, niña y adolescente debe desarrollarse en entornos seguros, libres de agresiones y con pleno respeto a sus derechos humanos.
Por su parte, la Senniaf advirtió que las agresiones entre pares son una forma de violencia que muchas veces responde a factores familiares y comunitarios. La institución llamó a padres, docentes y a toda la sociedad a fortalecer la empatía, la prevención y el acompañamiento a los adolescentes.
El ambiente en Santiago refleja indignación. Francisco González, de la Asociación de Padres de Familia, exigió cambios en la Ley del Menor, mientras que la exdiputada Fátima Agrazal recordó que los gabinetes psicopedagógicos requieren más apoyo para atender a estudiantes en riesgo.
Entre las medidas en análisis, el Ministerio de Educación evalúa incluso restringir el uso de celulares dentro de las escuelas, como parte de una estrategia para frenar la violencia y reforzar la disciplina.
La comunidad educativa, alarmada por la magnitud de los hechos, exige soluciones inmediatas para que las aulas vuelvan a ser espacios de aprendizaje y no de peligro.

