El 18 de noviembre de 2022, Danyelo Caridad tuvo un sueño en su natal Venezuela: veía que de la pequeña caja donde reposaban las supuestas cenizas del cuerpo de su hijo Yurvis salía un hombre de tez oscura y prácticamente de su estatura. Ese no era su vástago.
Dos meses antes, Yurvis fue asesinado cuando cruzaba, junto a su familia, el tapón de Darién. En aquel fatídico incidente también resultó herido en el rostro su tío Argenis Portillo.
Como si aquel raro sueño fuera un presagio, el 21 de noviembre de 2022, Danyelo recibió una llamada telefónica por parte de la Fiscalía de Darién, que lo dejó frío y a la vez agravó el dolor que carga desde la pérdida de su hijo. Le informaron que hubo una confusión en la cremación del cadáver del niño y que las cenizas que les entregaron en Darién no eran las de Yurvis.
“Fueron cinco meses de incertidumbre, porque el cuerpo de nuestro hijo seguía en una morgue de Darién, mientras nosotros en Venezuela buscábamos los recursos para volver a Panamá. Mi familia sufría mucho”, recordó Danyelo Caridad.
MIRA TAMBIÉN: Pago a jubilados y pensionados será este jueves
El pasado miércoles 12 de abril, Danyelo y Argenis volvieron a Darién, con el fin de reclamar el cuerpo de Yurvis. Se trató de un viaje difícil para la familia, porque hubo muchos recuerdos y vivencias que todavía no logran olvidar.
De hecho, cuenta el padre que al llegar al pequeño hotel en Santa Fe, Darién, se alojaron en la habitación número 15, la misma en la que estuvieron el año pasado, mientras duraban las investigaciones por la muerte de su hijo.
“Llegó el día del reconocimiento, el pasado 14 de abril, y pudimos identificarlo. Luego hicimos la cremación y procesamos el permiso para la repatriación del cadáver, así como el acta de defunción”, puntualizó el suramericano.
Actualmente, la familia de Yurvis se encuentra en un hotel de ciudad de Panamá y en entrevista con La Prensa sostienen que no quieren volver a Venezuela, ya que allá son considerados “traidores de la patria” por migrar como lo han hecho miles de compatriotas en los últimos años.
De hecho, hasta el pasado 13 de abril, un número récord de más de 101 mil 102 personas migrantes cruzaron el Darién este año, seis veces más que las que llegaron en el mismo periodo de 2022. En los últimos 10 días ingresaron al país por esta región, en promedio, 1,054 caminantes diarios, según los reportes del Servicio Nacional de Migración.
De ese total, los informes estadísticos dan cuenta que el 38% son migrantes de Venezuela. Se trata del país de donde más caminantes están saliendo como parte del flujo migratorio que posteriormente cruza el peligroso tapón de Darién.
En cuanto a la población menor de edad, el escenario no deja indiferente a organizaciones internacionales y entidades como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Defensoría del Pueblo, puesto que el número de niños, niñas y adolescentes que han cruzado a pie la jungla aumentó siete veces en los primeros dos meses de 2023, en comparación al mismo periodo de 2022.
Para tener una idea de lo que ocurre en esta área inhóspita de Panamá, entre enero y febrero de 2023, unos 9 mil 700 niños travesaron el tapón del Darién. Durante el mismo periodo del año anterior, la cifra fue de mil 400.
De momento, uno de cada cinco migrantes que llega a Darién es un infante y, de acuerdo con Unicef, es el grupo de personas en movilidad que más rápido está creciendo entre quienes abandonan sus hogares huyendo de la violencia o migran en busca de mejores oportunidades.
En palabras de Danyelo, el camino al sueño americano a través de Darién no valió la pena.
Personas migrantes esperan para ser trasladados en canoa en el Darién. EFE“Yo hubiese querido seguir pasando hambre y necesidades en Venezuela a cambio de mi familia completa. No vale la pena exponer a tu familia por la selva”, manifestó.
También brinda una descripción de lo que para él es Darién.
“Allí se siente la muerte desde el primer día que uno ingresa a la selva hasta el último día que se sale. Hay algunos que pasan ilesos, pero otros sufren. Ojalá este mensaje llegue a Colombia, para que las demás personas no ingresen a esta peligrosa selva”, señaló.
Entre 2014 y 2022, han muerto 202 migrantes irregulares en Darién. Según informes de esta agencia de la Organización de Naciones Unidas, en el caso específico del tapón de Darién, en 2022 se registraron 36 muertes; en 2021 fueron 51; en 2020, eran 26, y en 2019 se contabilizaron 40.
No obstante, el organismo plantea que los informes anecdóticos indican que gran cantidad de migrantes fallecieron en esta ruta, pero como sus restos nunca fueron recuperados, no fueron contabilizados como muertos. Por tanto, las cifras presentadas probablemente reflejan una fracción del verdadero número de vidas perdidas.
