Faltan dos días para que el gobierno de “Nito” Cortizo cumpla tres años en el poder y llegó la hora de las evaluaciones. ¿Reprobado?
No puede negarse que la materia agropecuaria y el abordaje de la pandemia de la covid-19 son sus mejores aciertos, pero el resto de la gestión es mediocre y deprimente.
Tiene al país endeudado, la planilla estatal abultada de perredistas y todo lo que prometió en materia de transparencia y rendición de cuentas no lo ha cumplido.
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Su mayor estrella iba a ser la educación y resulta que la caradura de la rectora de la Unachi es el símbolo educativo de este gobierno, que deja que las polillas se coman los libros, los estudiantes sigan deprimidos y al borde del suicidio, pero suspenden las actividades culturales y deportivas.
Es decir, el primer obrero del país ahora enfrenta problemas de salud, pero en tres años la mayoría de las obras públicas están atrasadas y ni siquiera pueden tapar los huecos de las calles, lo que deja en evidencia que no tenían equipo para gobernar. Ni al tres pelao llegan en estos tres primeros años de gestión.
