Si creyéramos en milagros, diríamos que -basado en sus más recientes acciones- el presidente Laurentino Cortizo vio la luz, en lo que respecta a transparencia, acceso a la información pública y fortalecimiento del trabajo de los medios de comunicación en la supervisión de la cosa pública.
Pero en las postrimerías de su mandato no hay chance para ser ilusos. Algún informe sobre las iniciativas estatales en materia de transparencia debe estar por salir, cuando el gobierno se afana en vender la imagen de accesible y transparente.
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Y a las pruebas nos remitimos, porque desde el inicio de su mandato los medios de comunicación vienen exigiendo acceso a la información en evidentes casos de uso discrecional de dineros públicos, y la respuesta siempre ha sido de trabas y burocracia.
Ni hablar de la práctica gubernamental de usar la pauta estatal como herramienta de premio o castigo desvirtuando el trabajo de las empresas periodísticas. ¡Qué va, señor presidente, a estas alturas ya no estamos para creer en sus cantos de sirena!
