Nito Cortizo llegó al poder con poco más del 30%. Su techo. Pero ascendió con un capital político envidiable. Amplia mayoría legislativa, alcaldías y juntas comunales en todo el país. No tenía excusa para fallar.
Pero cuando casi se cumple un año de su mandato, parece que no tiene alineado a su partido, a la Asamblea Nacional ni a las bases del PRD. Y lo peor, ahora está en medio de una guerra, no solo sanitaria, sino contra la corrupción y los pillos de siempre.
En muchos sectores hay preocupación e incertidumbre. Cortizo tiene dos caminos. O sigue con los bribones de siempre o se pone a luchar de frente contra los corruptos por el bien de Panamá.
Presidente, no está solo, pero usted tiene que dar los pasos hacia el frente porque como usted bien dijo, no es cómo se llega, sino cómo se sale.
Las bravuconadas y regaños no han espantado a los corruptos. Ellos, cual pirañas, solo están esperando para ver cómo se llenan los bolsillos. Presidente, no solo hay que ganarle al coronavirus, sino a la corrupción y a la impunidad regada por todas partes.



