El presidente Laurentino Cortizo habló por más de una hora ayer en su informe a la Nación, pero en los temas medulares no dijo nada.
Reiteró que la mesa del diálogo de la CSS, que está más moribunda que otra cosa, debe dar las opciones viables para el programa de Invalidez, Vejez y Muerte.
¿Qué va a hacer su gobierno?, es lo que sigue esperando la población.
Sobre el contrato con Minera Panamá, que de acuerdo con el presidente de la Asamblea, no saben nada de las negociaciones, solo citó la Constitución y que su gobierno seguirá firme. ¿Detalles, presidente, acciones concretas?
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El resto fue un rosario de obras, muchas de las cuales solo están licitadas y para rematar dijo que en Panamá Norte hay operativos de reparación de calles. Se nota que él y su ministro de Obras Públicas no visitan esta parte de la capital, donde la víspera de Año Nuevo falleció un ciclista que trató de evadir un hueco en Ciudad Bolívar.
El discurso del presidente estuvo tan sonso como su semblante, se veía lento, demacrado, cansado, como cuando a la guagua se le está acabando la gasolina para subir la loma o llegar a la recta final, y eso que le falta año y medio todavía.
