La especulación en Panamá con los precios de las medicinas no es cuento. Hasta la Acodeco, una entidad cada vez más tibia, lo reconoce y otros sectores hasta hablan de cartel de los medicamentos, que en su momento una expresidenta de la Asamblea no pudo poner en cintura.
Lo que ocurre con los costos de las medicinas es solo un reflejo de lo que es Panamá. Un país inequitativo, donde pocos acumulan casi todo, lo que convierte el mercado, que debe ser libre y competitivo, en una selva donde solo ganan los grandes y no importan los consumidores.
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Parece que el Ejecutivo y el Legislativo se han enterado de este padecimiento nacional y varios diputados, entre ellos la que tiene nombrado a su maquillista en la planilla, trata de hacer política, mientras que el Ejecutivo designa al vicepresidente Carrizo para que coordine el tema.
Nadie entiende esta última designación, que debe liderar el Minsa como ente rector, al menos que el presidente de turno juegue a la política y no quiera hacer nada, como pasó con la reforma constitucional y el diálogo del Seguro Social.
