Cada diciembre, entre risas nerviosas, papelitos doblados y pistas misteriosas, vuelve a escena uno de los juegos más populares de la Navidad: el Amigo Secreto. Está presente en oficinas, escuelas, familias y grupos de amigos. Todos lo juegan, pero pocos conocen el verdadero origen de esta tradición que mezcla sorpresa, anonimato y espíritu festivo.
Peluquera Johan
“Conoces a la persona que te tocó y la honrras”
FOTOGRAFÍA POR GABRIELA HERRERA/PELUQUERA JOHANLa historia del Amigo Secreto no tiene un único punto de partida. Su origen es incierto y se apoya en varias teorías que cruzan continentes y épocas. Una versión muy difundida señala a Venezuela, entre finales del siglo XIX y comienzos del XX. Mujeres casadas, con limitaciones sociales para sostener amistades, habrían creado pequeños grupos donde intercambiaban regalos sin revelar identidades. Escribían nombres en papelitos, los colocaban en un recipiente y los sorteaban. Aquella práctica, conocida como “el compadre secreto del papelito”, se expandió luego por América Latina.
Estilista Maryori
“Es el fin de regalarnos algo con amor y aprecio”
FOTOGRAFÍA POR GABRIELA HERRERA/ESTILISTA MARYORI° Dato: Otra teoría lo conecta con la tradición escandinava del julklapp, donde se dejaba un obsequio anónimo en la puerta y se huía antes de ser visto. En Estados Unidos, la figura del filántropo Larry Dean Stewart, el “Santa Claus Secreto”, reforzó la idea de regalar sin esperar reconocimiento.
Hoy, el Amigo Secreto sobrevive adaptado a plataformas digitales, pero conserva su esencia: compartir, pensar en otros, y mantener viva la magia navideña eterna.



