Adolfo Fábrega, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), ha señalado este domingo la importancia de que el próximo Gobierno, que asumirá funciones el 1 de julio, aborde con determinación el reto de recuperar el grado de inversión del país.
Esto sigue a la reciente rebaja de la calificación de la deuda soberana de Panamá por parte de Fitch Ratings, de BBB- a BB+, sacando al país del codiciado estatus de grado de inversión. La pérdida del grado de inversión es un golpe significativo para la economía panameña, afectando su capacidad para atraer inversiones bajo condiciones favorables. Este cambio en la clasificación crediticia resalta la percepción de un aumento en el riesgo financiero del país, influenciado por factores como el creciente endeudamiento público, las preocupaciones sobre la corrupción y la falta de avances significativos en transparencia y gobernabilidad.
Fábrega destacó la necesidad de acciones inmediatas por parte de la nueva administración para abordar estos desafíos estructurales y restaurar la confianza de los inversionistas internacionales.
Entre las medidas sugeridas, se incluye la implementación de un Plan de Consolidación Fiscal destinado a estabilizar la macroeconomía y restaurar la disciplina fiscal. Este plan sería un paso vital para demostrar la seriedad de Panamá en la gestión de sus finanzas públicas y su compromiso con un crecimiento económico sostenible.
Además, el líder empresarial hizo hincapié en la importancia de fortalecer las instituciones fiscales y mejorar la transparencia en la administración pública para combatir la corrupción y asegurar la rendición de cuentas. Estas acciones no solo son fundamentales para recuperar el grado de inversión sino también para fomentar un entorno más atractivo para la inversión extranjera directa.
Fábrega también subrayó la necesidad de desarrollar una estrategia ambiciosa para atraer inversiones en sectores clave como la logística, infraestructura, energías renovables, turismo y tecnología. Tal enfoque no solo impulsaría el crecimiento económico sino que también crearía empleos y promovería el desarrollo de habilidades en la población.



