El Parque Omar se vio inundado este domingo por una marea humana, que llegó hasta este espacio del corregimiento de San Francisco para celebrar la 51 Cita Eucarística y el Jubileo de la Familia.
Miles de católicos llegados desde diferentes partes de la ciudad participaron en esta jornada de fe y esperanza.
Durante la homilía, monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, hizo un llamado urgente a la paz, la reconciliación y el diálogo. ”La zozobra y el desencuentro que vivimos en estos últimos días por la suficiencia arrogante del que no escucha, el que da la espalda a las legítimas aspiraciones del pueblo y por la facilidad con que algunos olvidan que el camino de la paz pasa necesariamente por desarmar el corazón, por convertir las espadas en arados, sin herir la convivencia democrática y la vida de las comunidades, sin olvidar que el respeto, la mesura, la responsabilidad en la palabra y en las acciones son condiciones necesarias para construir puentes", recalcó.
“Ahora más que nunca se hace imprescindible buscar caminos de paz, de diálogo, de escucha. Entre hermanos nos estamos enfrentando, nos estamos persiguiendo y en esta crisis todos estamos perdiendo. No veamos el diálogo como una debilidad, sino como una muestra de madurez y amor al país”, dijo monseñor Ulloa.
El arzobispo también mencionó los 50 años de la Campaña de Promoción Arquidiocesana y los 25 años de la fundación Pro Fe. Igualmente, recordó al sacerdote Jesús Héctor Gallego, quien fue secuestrado y desaparecido el 9 de junio de 1971 en Sante Fe, provincia de Veraguas.
Este encuentro también fue propicio para celebrar un motivo muy especial: los 50 años episcopales del arzobispo emérito de Panamá, monseñor José Dimas Cedeño Delgado.
Luego de la misa, el nuncio apostólico Dagoberto Campos Salas leyó una carta enviada por el papa León XIV a monseñor Cedeño y le envió su bendición apostólica. Igualmente, le fue entregada la medalla Santa María La Antigua, otorgada por la arquidiócesis de Panamá, y la Universidad Católica Santa María La Antigua (USMA), le hizo entrega de la medalla Francisco Javier De Luna Victoria y Castro.
Monseñor José Dimas Cedeño se mostró feliz y muy agradecido durante la celebración y dijo que lo que lo mantiene en pie y con salud a sus 91 años es el amor. “El gozo de ser sacerdote no se me ha ido”.