La salud de los estudiantes está en juego. Padres de familia del Instituto Profesional y Técnico (IPT) de Capira han alzado la voz ante una situación crítica: más de 30 alumnos presentan síntomas de alergias, dolores de cabeza y problemas gastrointestinales, presuntamente por consumir agua contaminada dentro del plantel.
A pesar de que en julio se había previsto el retorno a clases, los acudientes denuncian que las deficiencias en la infraestructura del centro educativo persisten, incluyendo el sistema de agua potable, que presenta sedimentos visibles y un olor desagradable.
“No podemos seguir enviando a nuestros hijos a un lugar donde se enferman. El agua sale sucia, hay filtraciones y las condiciones no son seguras”, expresó preocupada una madre de familia, quien exige una intervención urgente de las autoridades.
Hasta ahora, ni el Ministerio de Educación (Meduca) ni las entidades de salud pública han dado respuestas concretas, lo que ha encendido la preocupación de la comunidad educativa. Los padres solicitan la realización de pruebas de calidad del agua y una evaluación estructural del plantel para garantizar un ambiente digno y seguro para sus hijos.
La paciencia de los padres se agota mientras los estudiantes siguen siendo los más perjudicados.


