En los temidos penales de La Joya y La Joyita soplan nuevos vientos de control.
El director general del Sistema Penitenciario, Jorge Torregroza, realizó un recorrido sorpresa para supervisar la instalación de potentes escáneres corporales, escáneres para paquetes y modernos arcos de seguridad que prometen ponerle un alto a los trucos de quienes intentan burlar la ley en las visitas.
Acompañado por Rodolfo Segundo, asesor en tecnología de la Oficina de Informática del Ministerio de Gobierno, Torregroza constató personalmente el avance de estos equipos de alta tecnología, que pronto estarán en funcionamiento para reforzar los filtros de ingreso a los dos centros penitenciarios más grandes del país.
Estos aparatos, conocidos como body scan, tienen la capacidad de detectar hasta los objetos más pequeños escondidos en la ropa o en el cuerpo, una herramienta clave para frenar el ingreso de armas, drogas y otros artículos prohibidos que tantas veces han alimentado la violencia y el crimen tras las rejas. La instalación de los nuevos dispositivos es parte de la estrategia nacional para modernizar las cárceles, un paso que busca no solo endurecer la seguridad, sino también mejorar el trato a los visitantes.

“El objetivo es desarticular situaciones de riesgo y humanizar los procesos de verificación. Con esta tecnología reduciremos los tiempos de revisión, facilitando que las visitas sean más ágiles y productivas”, recalcó Torregroza durante el recorrido, dejando claro que la medida no es solo para vigilar, sino para garantizar el respeto a los derechos humanos.
El Ministerio de Gobierno respalda este plan que apunta a cerrar las brechas por donde históricamente han pasado contrabandos de todo tipo.
Con los escáneres, los controles serán más rápidos, precisos y menos invasivos, lo que significa menos incomodidad para los familiares y menos oportunidades para quienes buscan burlar la seguridad.
La implementación de esta tecnología marca un antes y un después en la vigilancia penitenciaria panameña.
Si bien la promesa es mejorar la experiencia de las visitas, el mensaje es claro: las mañas que antes pasaban bajo la mesa ahora quedarán al descubierto. La Joya y La Joyita se preparan para una nueva era de control en la que la tecnología será el ojo que todo lo ve.


