El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha designado a Abraham Martínez, exdiputado de Cambio Democrático (CD), como embajador de Panamá en México. Martínez asumió su cargo el pasado 25 de octubre ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, liderado por el canciller Javier Martínez Acha.
Nombramientos en la Comisión de Relaciones Exteriores
Martínez comparó el martes 29 de octubre ante la Comisión de Relaciones Exteriores para presentar sus planos de trabajo. Su designación, según el Decreto de Recursos Humanos 338 del Ministerio de la Presidencia, le otorga un salario mensual de $1,500, gastos de representación por $6,000 y viáticos adicionales por $8,700, sumando un ingreso total de $16,200 al mes.
Otros nombramientos recientes incluyen a:
Francisco José Ameglio Samudio, embajador permanente ante la FAO en Roma, Italia.
Sally Loo Hiu, embajadora ante el Reino de los Países Bajos.
Jorge Ricardo Silén, embajador ante Polonia.
El tema de “familiares en el poder”
El debate sobre nepotismo ha surgido con la reciente designación de José Javier Mulino Quintero, hermano del presidente Mulino, como embajador de Panamá en Portugal. Esta decisión ha levantado críticas y preocupaciones públicas sobre la influencia de la familia en cargos oficiales.
El presidente Mulino, sin embargo, desestimó estas críticas, afirmando que su hermano posee la preparación y experiencia necesarias para el cargo, destacando que “no cuenta como nepotismo” debido a sus cualificaciones previas. José Javier Mulino también defendió su posición: “Yo trabajo para Panamá, no para la familia Mulino”, aseguró.
Controversias previas en la vida política de Abraham Martínez
Abraham Martínez no es ajeno a la polémica. Exmiembro del Partido Revolucionario Democrático (PRD), se unió a CD en 2010 durante la administración de Ricardo Martinelli, siendo considerado un “tránsfuga”. En 2011, una investigación reveló que Martínez adquirió cuatro apartamentos en el Condado Country Club, en la urbanización Condado del Rey, sin financiamiento bancario.
Este caso resalta la controversia sobre las designaciones en el servicio exterior y el papel de figuras políticas con trayectoria cuestionable, lo que sigue captando la atención del público y los medios.


