En medio de rejas y uniformes, se alzó el telón de una obra que tocó el alma. Más de 150 privados de libertad del Centro Penitenciario La Nueva Joya cambiaron por un día su rutina para recrear una de las historias más poderosas del mundo: la Pasión de Cristo.
Nueva.joyita.Obra.InternetCon meses de preparación, vestuarios hechos a mano, escenografías construidas con ingenio, y una entrega total, los reclusos pusieron en escena cada paso de Jesús rumbo al Gólgota. Desde la Última Cena hasta la resurrección, la obra fue un reflejo de fe, talento y esperanza.
Nueva.joyita.Obra.InternetLa iniciativa fue organizada por la Dirección General del Sistema Penitenciario, en conjunto con el Grupo de Cultura de La Nueva Joya, la Pastoral Penitenciaria, Funda Merced, y el equipo de seguridad del penal. Cada sector del centro se encargó de una parte: el A del vestuario, el B de los escenarios, el D de los actores y el E del coro.
Nueva.joyita.Obra.Internet“Aquí adentro también hay talento, y mucho. Me voy impresionado”, expresó Jorge Torregroza, director general del Sistema Penitenciario, quien presenció la puesta en escena junto a familiares, custodios y líderes religiosos.
Interpretar a Jesús, una lección de vida
Eduardo Ruiz, uno de los internos que encarnó a Jesús, compartió que el papel no fue fácil, pero lo transformó:
“Comprendí el verdadero amor. A veces sentimos que no merecemos nada, pero esta historia nos recuerda que Dios no nos suelta, incluso cuando caemos”.
También fue una lección para las familias. Adina Bruce, madre de uno de los participantes, dijo entre lágrimas que su hijo no sabía qué significaba Semana Santa, pero ahora sí:
“Ahora sabe por qué Jesús murió por nosotros. Y eso vale más que cualquier cosa”.
Más que una obra, un renacer
Este tipo de actividades no solo permiten que los privados de libertad se reconecten con su fe, sino que también recuperen su dignidad y el sentido de comunidad. La presentación fue descrita como “una obra de arte con corazón” por varios asistentes.
El proyecto forma parte del enfoque humanista que impulsa la ministra de Gobierno, Dinoska Montalvo, quien ha reiterado que la reinserción social es una prioridad del sistema penitenciario.



