Lo que empezó con una venta de pescado sencilla, impulsada por una madre luchadora, hoy es uno de los rincones con más sazón y tradición de Felipillo. Así nació Fonda Delicias Yasujaris, un emprendimiento familiar que se ha convertido en orgullo del corregimiento gracias al legado de una mujer visionaria… y al compromiso de sus hijos por mantenerlo vivo.
Ubicada en manzana 4 de Felipillo, la fonda es atendida por los hermanos Víctor Manuel Mosquera y Yasuri Yamileth Nation, quienes crecieron viendo a su madre transformar el esfuerzo en sabor. Hoy, ellos son quienes continúan esa historia con pasión y mucho amor por la cocina.

“Delicias Yasujaris surgió como un sueño que nació en el corazón de mi madre”, cuenta Yasuri. “Con trabajo, amor y visión, empezó vendiendo pescado y con los años este lugar se volvió más que una fonda: es tradición, sabor y familia”.
Sazón que une generaciones y atrae paladares
El menú lo dice todo: su especialidad es el pollo rostizado, jugoso y lleno de sabor, que se sirve todos los días. Pero los fines de semana es cuando la fonda brilla con fuerza, ofreciendo un banquete de mariscos frescos, entre ellos ceviche, concha negra, almejas, filete, langostinos y más. Todo comienza desde las 3:00 p.m., viernes, sábado y domingo. Pero de lunes a viernes pueden disfrutar de su menú variado.

Víctor, que comanda la cocina, comparte con orgullo:
“La gente viene desde Chepo y otras áreas solo para comprar su pollo o su marisco. Ya es una parada fija para muchos. Aquí cocinamos con cariño, como lo hacía nuestra mamá.”
Y aunque los ingredientes secretos están bien guardados, admiten que no puede faltar el culantro, el ají trompito y el ajo panameño. Todo lo demás lo pone la experiencia y el corazón familiar.
De la cocina a la comunidad: un legado que sigue creciendo
Además de su menú tradicional, también ofrecen Saus panameño los fines de semana, otra de las delicias que atrae a sus fieles comensales.
Y si preguntas por “Varilla”, no estás en la ferretería… estás pidiendo a Víctor Manuel, cuyo apodo viene de sus días en la construcción por su contextura delgada, según su hermana el atrae mucha gente a su negocio por su carisma y sazón.
“Todo el mundo me decía Varilla… y así se quedó. Ahora hasta los clientes me llaman así con cariño", expresó Víctor.
Sobre cómo llevan el negocio entre hermanos, ambos coinciden:
“Nuestra mamá nos crió para estar unidos, sin peleas. Cada quien cumple su rol y eso ha sido clave. Aquí hay respeto, trabajo y sobre todo, mucho amor por lo que hacemos.”
Fonda Delicias Yasujaris no es solo un lugar para comer bien. Es un punto de encuentro, una tradición que alimenta cuerpos y corazones, y un claro ejemplo de cómo el legado de una madre puede convertirse en el motor de toda una comunidad.
“Gracias a Mi Diario por darnos este espacio en Fonda vs Fonda… nos sentimos muy felices!”, concluyen los hermanos con una sonrisa.




