El Gobierno Nacional dio el primer paso para meter orden en los reglamentos técnicos que definen cómo deben llegar a la mesa los alimentos más sensibles del país. Este lunes, bajo el liderazgo del ministro de Comercio e Industrias, Julio Moltó, se instaló la primera reunión nacional para actualizar las normas que regulan productos como lácteos, cárnicos, granos y hortalizas, con la participación de más de 30 representantes de gremios productivos, entidades públicas y asociaciones de consumidores.
La movida busca reforzar la seguridad alimentaria, dar certeza a productores y proteger al consumidor panameño, en un proceso que promete ser abierto, técnico y con resultados claros en un plazo de seis meses.
Moltó fue directo: “Un reglamento técnico no es una sugerencia, es una norma obligatoria que define cómo deben ser nuestros productos y procesos. Son instrumentos esenciales para proteger la salud del consumidor, facilitar el comercio justo y fortalecer la producción nacional”.
Reglas claras, país más fuerte
La metodología fue detallada en la misma jornada: cada rubro tendrá un comité técnico, con directivas definidas y un plan de trabajo. Habrá sesiones periódicas e intersectoriales para revisar, artículo por artículo, los reglamentos vigentes, identificar ajustes y proponer cambios basados en consenso.
Una vez listo el paquete, será consolidado por la Dirección General de Normas y Tecnología Industrial del MICI y luego sometido a consulta pública. La idea es que el nuevo marco normativo quede blindado, alineado con estándares internacionales y adaptado a la realidad del productor local.
El cronograma ya está trazado:
25 y 26 de agosto: recepción de matrices técnicas por rubro.
25 de agosto al 2 de septiembre: designación de representantes ante comités.
septiembre y octubre: sesiones técnicas por comité.
25 al 28 de noviembre: revisión y consolidación final.
Un esfuerzo interinstitucional
El plan no está aislado. MICI cuenta con el respaldo del Ministerio de Salud (MINSA), el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), ACODECO, la Agencia Panameña de Alimentos (APA), la Autoridad Nacional de Aduanas (ANA) y hasta la Asamblea Nacional, que ya participaron en reuniones preparatorias.
La meta es marcar un precedente en la forma en que Panamá construye su política alimentaria, bajo la visión del presidente José Raúl Mulino. Moltó lo resumió como un esfuerzo país donde todos los sectores —Estado, productores y consumidores— tendrán voz y voto en la mesa.
Con este proceso, alimentos tan básicos y esenciales como la leche, la carne, el arroz o las hortalizas quedarán bajo un marco normativo actualizado, buscando garantizar que lo que llega a la mesa panameña cumpla con calidad, seguridad y justicia para todos.

