Con el sabor y la emoción que caracteriza a Fonda vs Fonda, el concurso del sabor que ha recorrido Panamá, Panamá Oeste, Este y ahora Colón, los pequeños negocios familiares tienen la oportunidad de mostrar su trabajo a un público más amplio.
Un ejemplo de cómo este proyecto impulsa el trabajo de los pequeños negocios es la fonda Sazón Pacoreño, en Cabra, Pacora, que tras su participación ha experimentado un notable aumento en clientela y reconocimiento, sin dejar de lado los 24 años de dedicación, tradición y sazón que la han consolidado como un referente en la comunidad.
Este negocio familiar, liderado por tres mujeres luchadoras, ha construido su reputación gracias al trabajo diario y a un sazón que se ha transmitido de generación en generación.
Johanna Saavedra, hija de Milka Hernández (fundadora de la fonda) y actual encargada de la cocina, comparte lo que significó para ellas vivir la experiencia del concurso:
“Después del concurso nos sorprendimos. Llegaba gente aquí a conocernos, nos vieron en el diario y vinieron a probar nuestro sazón. Fue una experiencia muy bonita”.
Johanna subraya que la exposición del concurso les dio un impulso importante, resaltando la pasión y dedicación con la que cocinan:
“Este tipo de programas da visibilidad al trabajo que hacemos nosotras, las mujeres, que con mucho esfuerzo nos levantamos y llevamos el pan a nuestro hogar a través de la comida. Estoy muy contenta por la acogida que hemos tenido luego del concurso”.
Los almuerzos en Sazón Pacoreño, disponibles desde $3.50 a $4.75, completos y accesibles, han mantenido durante años una clientela fiel. Lo que antes era un secreto bien guardado de la comunidad hoy atrae a comensales de distintos lugares, mostrando que la tradición y el esfuerzo pueden trascender generaciones.
La historia de Sazón Pacoreño demuestra que Fonda vs Fonda no solo premia la sazón, sino que también sirve como una ventana que impulsa a quienes, con constancia y dedicación, mantienen viva la gastronomía local.


