La sala de audiencia del caso pinchazos telefónicos está repleta de familiares, amigos y abogados del Ricardo Martinelli, quien hoy ha permanecido callado, solo atento a las actuaciones de sus defensores.
Han sido varias las contradicciones que ha presentado la defensa en contra del testigo protegido quien ha olvidado algunos hechos y fechas.
El presidente del juicio oral Roberto Tejeira como siempre se ha tomado su tiempo para explicar a las partes el procedimiento de comportarse y de cómo hacer ciertas diligencias.
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Afuera de Plaza Ágora, un grupo de simpatizantes del expresidente corean: “Venganza no, venganza no”. También habían personas con pancartas, pero al mediodía, hora del almuerzo, las dejaron a un lado y se fueron a recargar baterías.
Tejeira se puso estricto y le solicitó al imputado quitarse la gorra en la sala, al igual que al público que no emitiera gestos de aprobación y desaprobación y a pesar de las insistencia tuvo que llamar al personal de seguridad.
Durante las audiencias anteriores, el expresidente había permanecido con su gorra, sin que se le llamara la atención.
En medio del contrainterrogatorio que hacía Alfredo Vallarino, al juez presidente le pidió que tenía que comportarse.
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Vallarino es uno de los abogados de Martinelli, y fue investigado en su momento por el famoso caso de los “Roba Rolex”.
Hasta esta hora, la defensa sigue el contrainterrogatorio que se reanudará a las 2:30 p.m., y aún no presentan la solicitud de libertad de Martinelli quien cumple un año de estar detenido en El Renacer.
Su esposa, Marta de Matinelli se presentó a Plaza Ágora y en tono enérgico dijo que se le debe dar libertad a Ricardo Martinelli.
Corprensa/Raúl Valdés
