La patria es cosa del corazón, decía el poeta panameño Roque Javier Laurenza y si hay un político y funcionario que lleva a Panamá presente a donde vaya ese es Olimpo Sáez.
Polémico, hablantín, frontal, pero sobre todo patriota. El Preguntón lo rastreó por las tierras incas para entrevistarlo. Estas fueron sus respuestas.
Son 199 años de independencia de España y 117 de separación de Colombia, ¿con quién estaríamos mejor?
“España le dio al Istmo de Panamá presencia continental y universal. Colombia nos mantuvo como una aldea olvidada y pobre y en permanentes guerras, a pesar de los esfuerzos del ferrocarril y del canal francés. Pero Panamá está bien y mejor con su propia lucha por labrarse una República independiente y de bienestar colectivo”.
¿El hecho más trascendente de nuestra historia, según Olimpo?
“No hay uno solo, son varios y dependerá siempre de la mirada histórica de los panameños. En el Panamá colonial: El camino de tránsito, llamado Camino Real o Camino de Cruces. En el Panamá colombiano: El Estado Federal de Panamá creado por Justo Arosemena. En el Panamá republicano: La separación de Colombia en 1903, el Canal de Panamá en 1914 y la administración panameña del Canal en 1999”.
¿La Historia solo la deben dar los panameños como pretenden algunos profesores de la Universidad de Panamá?
“No estoy de acuerdo. La historia científica y profesional es historia en cualquier parte del mundo. Los extranjeros pueden aportar valiosos estudios y puntos de vista que los panameños no tenemos”.
Tú y Lisímaco son los únicos que se acuerdan de la Guerra de los Mil Días, ¿cuál es la lección que no se debe olvidar?
“Hay varias enseñanzas. La primera que desmonta la historia negativista de nosotros mismos de que los panameños no tenemos sangre para las luchas y los ideales. Otra enseñanza es el valor de los panameños en las batallas de la Negra Vieja, Corozal y el Puente de Calidonia, con sus más de 500 mártires caídos y vencidos. Y por último, porque fue el preámbulo de nuestra separación definitiva de Colombia”.
¿Olimpo es Molirena, CD o PRD ahora?
“Olimpo viene de la Juventud Demócrata Cristiana de 1967, fundó el Partido Nacionalista Popular (PNP) en el veranillo democrático de los años 80. En las elecciones de 1984 fuimos eliminados con nuestra candidatura de la tercera fuerza. En 1989 el partido Molirena nos invitó a postularnos por el circuito 8-9 (hoy 8-8) y salimos de diputado. Desde entonces me quedé luchando con los molirenas, hasta que fuimos expulsados, Lisímaco y yo. En el año 2013 nos llevaron al Tribunal de Honor, por oponernos a la traición política. La directiva del Molirena, que quería la fusión con Cambio Democrático por órdenes de Ricardo Martinelli, empujó la expulsión en el año 2014, sancionada por el Tribunal Electoral. En la campaña del año 2014 y 2019, decidimos apoyar al PRD, como la posibilidad real electoralmente de evitar que el CD y Ricardo Martinelli se volvieran a apoderar de la República. Y lo logramos en las dos ocasiones. Seguimos de políticos independientes”.
¿El panameño más determinante de nuestra historia?
“Si nos referimos a las personalidades, tampoco hay uno, hay varios: Justo Arosemena, los próceres de 1903, Belisario Porras, Roberto F. Chiari y Omar Torrijos”.
Fiestas patrias con pandemia, ¿qué es lo más importante?
“Los panameños que nos sentimos orgullosos de nuestra tierra podemos celebrar en nuestras casas, en las iglesias, en los trabajos la fiesta nacional. Un poema, una lectura, un afiche, una bandera, un símbolo patrio, que nos recuerde que somos una nación, una patria común, a pesar de nuestros defectos y de nuestra pequeñez. Con la pandemia y sus miserias, los panameños debemos tener un recuerdo grato de quienes hicieron posible la República y digan lo que digan los frustrados de siempre, del bienestar generalizado que disfrutamos desde 1903”.
¿Qué nos va a acabar, la corrupción o la indiferencia?
“Ambas. La corrupción está generalizada en el país. Muchos ricos y pobres disfrutan de la corrupción. Hoy y ayer también. La corrupción se disfraza de muchas maneras. Y los panameños la toleramos con el cuento de que si no la aprovechamos, la aprovechan los otros. Por otra parte, los indiferentes por lo regular están esperando su oportunidad para mordisquear un pedazo de esa corrupción que tanto se denuncia, mientras no comemos de ella. Y faltaría la impotencia de los denunciadores que atomizados y divididos en capillas sectarias, unos y otros, se sienten más puros que los demás. Y por ese camino nos quedamos chateando”.
Tú has sido embajador en Vietnam, Centroamérica y ahora andas por el sur, ¿qué te preguntan de Panamá o qué les dices?
“Sinceramente en la ciudad de Ho Chi Min donde trabajé la pregunta era el Canal. En Nicaragua era el Canal y la prosperidad de los panameños. La pregunta obligada: ¿Se puede conseguir trabajo en Panamá? Aquí en Perú no hay preguntas. Desde que llegué y tomé posesión la cuarentena inició su reinado y toda la actividad paralizó el consulado. Recién se está activando la vida económica y el consulado trata de dar respuestas a las inquietudes de los ciudadanos”.
¿Panamá en una palabra?
“Panamá es el Canal antes de ayer, ayer y hoy”.
Mañana es el Día de los Difuntos en Panamá, ¿a qué personaje histórico resucitarías si tuvieras el poder?
“Justo Arosemena Quesada, panameño de ‘raíz y de alas’, como diría Octavio Méndez Pereira”.
