La mañana del lunes 21 de octubre se vivió una emotiva despedida en la iglesia Santa María de Belén, ubicada en Tocumen, donde se llevaron a cabo las honras fúnebres de Juan David García, un joven que tenía discapacidad auditiva y del habla.
Su ataúd blanco, adornado con hermosas ofrendas florales, se convirtió en el centro de atención mientras el sacerdote leía el evangelio según San Lucas.
Durante la ceremonia, un intérprete de señas facilitó la participación de sus compañeros de clase, permitiéndoles seguir el acto religioso de manera inclusiva.
Sobre el ataúd, una camiseta con el número 34 llevaba el mensaje “¡Vuela Alto!”, un homenaje a su pasión por el fútbol. Allí, también estaban presentes su entrenador y los compañeros del equipo donde Juan David jugaba.
Juan David, un joven de 16 años lleno de sueños y aspiraciones, fue recordado por su madre, Briceida, quien compartió con Mi Diario sus anhelos de convertirse en ingeniero:
“Mi hijo tenía muchos sueños. Quería ser ingeniero”, expresó, mientras recordaba cómo disfrutaba del fútbol y era un ferviente aficionado del Barcelona.
“Era un joven muy feliz y divertido. Le encantaba jugar al fútbol, ver los partidos de su equipo favorito, y también disfrutaba ir al cine. Siempre le gustó ir a la escuela y tenía muy buenas calificaciones”, añadió.
Su comida favorita, el “arroz con pollo y ensalada verde”, junto con su amor por la música reggae, son solo algunos de los detalles que dan cuenta de un adolescente que tenía toda una vida por delante.
Lamentablemente, la vida de Juan David fue truncada el 4 de octubre, cuando su familia denunció su desaparición.
Tras varios días de angustia y la viralización del caso en redes sociales, se activó la alerta Amber.
Sin embargo, el 17 de octubre, las autoridades encontraron su cuerpo en un estado devastador, amordazado y en avanzado estado de descomposición, en la segunda planta de un edificio abandonado cerca de Albrook, específicamente en Curundú.
La Fiscalía de Homicidio y Femicidio del Área Metropolitana se encargó del levantamiento del cadáver, mientras los padres de Juan David enfrentaban la dura realidad que tanto habían temido.
En relación al caso, se ha aprehendido a un menor de 15 años, quien enfrenta cargos de homicidio y robo. Este joven se disculpó ante los familiares de la víctima y alegó que “perdió el control”.
Al mismo se le decretó su detención provisional por 12 meses y se estableció un tiempo de 9 meses para completar la investigación.
La Procuraduría informó que tras recibir la denuncia el 5 de octubre, iniciaron las investigaciones, pero la alerta Amber se activó días después, evaluando el riesgo de un posible secuestro y evitando la exposición indebida de la fotografía del joven. Hasta el momento, se han realizado 23 allanamientos, más de 15 entrevistas y diligencias de contenido informático.
La Procuraduría subrayó que los elementos probatorios apuntan a que el homicidio ocurrió el 4 de octubre de 2024, lo que deja entrever que esta es la versión del menor actualmente detenido.
Jaime Fernández, director de la Policía Nacional, aseguró que se actuó de manera responsable desde el momento en que se reportó la desaparición de Juan David, quien fue hallado sin vida tras 12 días de búsqueda. Según Fernández, se llevaron a cabo 60 diligencias y más de 20 allanamientos en respuesta a la alerta.
Se ha informado que el menor sospechoso y Juan David eran conocidos, ya que ambos eran alumnos de la Escuela Vocacional Especial. Aunque el joven de 15 años que vive en una de las multis de Curundú no presentaba discapacidad, las investigaciones sugieren que había más personas involucradas en el crimen.
La causa de la muerte fue una herida con arma blanca en el cuello, lo que ha generado un clamor por justicia en la comunidad.
La muerte de Juan David ha dejado un vacío en el corazón de su familia y amigos, quienes luchan por obtener respuestas y justicia por un futuro que se les arrebató demasiado pronto. La memoria de este joven soñador, lleno de vida y esperanzas, sigue viva en quienes lo amaron y claman por un cambio en la forma en que se manejan los casos de desapariciones en Panamá.