Es uno de los escritores panameños más influyentes del siglo XX y una figura imprescindible para comprender la identidad urbana, social y popular del país. Novelista, periodista, dramaturgo y educador, Beleño se convirtió en un narrador de las transformaciones de la ciudad, la vida cotidiana y las tensiones entre progreso y desigualdad, dejando un legado que todavía hoy se estudia en escuelas y universidades.
Sus inicios y vocación literaria
Beleño nació en la ciudad de Panamá el 4 de septiembre de 1921. Desde joven mostró una profunda sensibilidad por el entorno social y por la cultura del barrio, temas que posteriormente marcarían su obra. Su formación como educador y su paso por el periodismo fortalecieron su mirada crítica, comprometida y profundamente humana.
Un escritor con conciencia social
Si algo define a Joaquín Beleño es su habilidad para capturar la esencia del Panamá urbano y popular durante el siglo XX. Sus personajes, escenarios y conflictos muestran a un país en plena transformación, con contrastes económicos, luchas sociales y cambios culturales.
Entre sus obras más destacadas sobresalen:
-“Luna Verde” (1951): Una novela clave en la literatura panameña que aborda la vida en la Zona del Canal, las desigualdades y el choque cultural entre panameños y estadounidenses.
-“Gamboa Road Gang” (1971): Considerada una de sus obras mayores, retrata el trabajo, la esperanza y el sufrimiento de los obreros del Canal, con una poderosa carga social y humana.
-“El hombre de la rosa roja” (1954) y “Los forzados de Gamboa” (1958) también forman parte de su aporte al realismo social panameño.
Beleño no solo narraba historias; denunciaba injusticias, exponía contrastes y daba voz a quienes pocas veces aparecían en las páginas oficiales: obreros, trabajadores, jóvenes, migrantes, vecinos y soñadores.
Educador y periodista
Además de su obra literaria, Beleño ejerció como profesor y periodista. Su trabajo en medios le permitió consolidar un estilo directo, observador y crítico, mientras que su labor docente lo conectó con nuevas generaciones que verían en él a un maestro de la palabra y el pensamiento social.
Un legado que sigue vigente
Joaquín Beleño murió el 9 de octubre de 1988, pero su legado permanece vivo en la literatura panameña. Sus libros continúan siendo lectura obligatoria en colegios y universidades, no solo por su valor literario, sino por su capacidad de despertar reflexión sobre la identidad, la justicia social y la historia de Panamá.
Hoy, Beleño es recordado como uno de los escritores que mejor capturó el espíritu del panameño común, con sus luchas, alegrías y contradicciones. Sus novelas permiten mirar hacia atrás para entender cómo se formó la nación moderna y, al mismo tiempo, invitan a pensar en el país que queremos construir.



