El 10 de noviembre de 1821, en La Villa de Los Santos, se produjo un hecho decisivo para la historia de Panamá: el llamado “Grito de Independencia”, considerado el primer movimiento que impulsó la separación del país del dominio español.
El primer Grito de Independencia de La Villa de Los Santos es el hecho histórico ocurrido el 10 de noviembre de 1821, cuando se da un alzamiento popular en contra del gobierno colonial español. Este hecho desencadenó una serie de Gritos de Independencia en varias ciudades panameñas.
De acuerdo con la historia, el 10 de noviembre de 1821 en el pueblo de La Villa de Los Santos don Segundo de Villarreal, un gamonal criollo y de gran prestigio popular, reúne en las afueras del pueblo, bajo un árbol de tamarindo, a centenares de voluntarios que ya había preparado y armado.
Según algunos historiadores, es en este momento donde aparece la figura de Rufina Alfaro, una campesina de La Peña, que para la época tendría entre 17 y 22 años. De ella se dice que mantenía una relación amorosa con un capitán del ejército español, razón por la cual le era fácil enterarse de algunas actividades del cuartel.
Sabiendo esto, según algunos registros históricos, don Segundo la llama y le explica su plan de tomarse el cuartel por sorpresa, evitando al máximo el derramamiento de sangre, ya que los pobladores de La Villa habían decidido no seguir siendo gobernados por los españoles. La misión de Rufina era descubrir qué hacían los soldados y en qué situación se encontraba la guardia.
La joven entró en el cuartel, donde todo estaba tranquilo, y llegó a escuchar a un sargento decir que las armas no servían y que la pólvora estaba húmeda, lo que los hacía presa fácil de un ataque.
Rufina llevó el mensaje a don Segundo de Villarreal, quien aguardaba bajo el árbol de tamarindo junto a su grupo de patriotas, poniéndolos al tanto de lo que había visto y escuchado.
De inmediato, el grupo de hombres liderizado por don Julián Chávez, José María de los Ríos, José Antonio Moreno, Salvador Castillo, José Antonio José Catalino Ruiz, Manuel José Hernández y Pedro Hernández, en la madrugada y amanecer del 10 de noviembre de 1821, se tomaron el cuartel y apresaron a toda la tropa española, que no pudo ofrecer resistencia.
Todo un festín se diseminó por el pueblo de La Villa, convocando de inmediato un Cabildo Abierto. El padre José María Correoso mandó a tocar las campanas, acompañadas de los gritos de independencia. Así fue anunciada la independencia en La Villa de Los Santos, siendo la primera ciudad de todo el istmo en proclamarla.
La heroica actuación de estos valerosos santeños, y que fue respaldada por una población deseosa de libertad, se convirtió en la mecha que encendió la antorcha para que todos los habitantes istmeños asumieran su posición separatista.


