Durante la celebración religiosa en honor a Santa Eduviges, realizada en la parroquia del mismo nombre en Bethania, el arzobispo de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa, lanzó un enérgico llamado a la reflexión nacional frente a la violencia que sufren las mujeres en el país.
“Frente a los casos de violencia contra la mujer y homicidios, creo que tenemos que hacer un alto todos: Iglesia, sociedad y Estado. Reconocer en qué hemos fallado todos, porque le hemos fallado a las mujeres en no protegerlas debidamente”, expresó Monseñor Ulloa en entrevista exclusiva con Mi Diario.
El arzobispo subrayó que esta problemática refleja “la enfermedad que sufrimos en el seno de nuestra sociedad y especialmente en el seno de nuestra familia”, e insistió en que la educación y los valores desde el hogar son clave para frenar estos hechos.

Las cifras oficiales confirman la gravedad del panorama. Según el Ministerio Público, en 2024 se registraron 23 casos de femicidio en Panamá, una cifra que mantiene al país en alerta. Hasta octubre de 2025, se contabilizan nueve asesinatos de mujeres por razones de género, en su mayoría perpetrados por parejas o exparejas.
Uno de los casos más recientes es el de Yamileth Santamaría, de 25 años, encontrada con múltiples lesiones en medio de una calle en La Cañera, Veraguas. Fue trasladada en estado crítico al Hospital Dr. Luis “Chicho” Fábrega, donde falleció días después pese a los esfuerzos médicos.
Tres hombres están bajo investigación por su presunta vinculación.
Otro crimen que estremeció al país fue el de Selinda Mavelis Córdoba Batista, de 21 años, en Aguadulce, Coclé. La joven universitaria fue presuntamente asesinada a puñaladas por su expareja en un parque público, tras salir de misa. El agresor tenía una orden de alejamiento vigente.
El ataque, cometido con arma blanca, le causó al menos 15 heridas mortales. En medio de este contexto de dolor, la noche de este jueves 16 de octubre, se llevó a cabo la tradicional procesión de Santa Eduviges, que reunió a decenas de feligreses en Bethania.
Entre oraciones y cánticos, los devotos se acercaron a la patrona de los pobres y de quienes buscan vivienda, pidiendo no solo bendiciones materiales, sino también paz, justicia y protección para las familias panameñas.





