Los hermanos Luis Enrique y Ricardo Alberto Martinelli Linares, actualmente presos en Estados Unidos, consignaron fianzas de excarcelación en Panamá por un monto de $7 millones cada uno, para así evitar ser detenidos preventivamente por sus nexos con los casos Odebrecht y Blue Apple.
La información fue confirmada tanto por el Órgano Judicial como por un miembro del equipo de abogados del expresidente Ricardo Martinelli Berrocal, quien -como sus hijos- también está llamado a juicio por los sobornos que Odebrecht confesó haber pagado en Panamá.
Fuentes del Órgano Judicial informaron que ya se notificó al Ministerio Público de la consignación de las fianzas y esta entidad presentó un escrito de oposición, recurso que debe ser resuelto por el Juzgado Tercero Liquidador de Causas Penales, a cargo de Baloisa Marquínez.
Las fuentes explicaron que en el caso Odebrecht, se les concedió una fianza de $2 millones a cada uno. En el caso de Blue Apple, la fianza de cada uno es por $5 millones. En ambos procesos se persigue el presunto delito de blanqueo de capitales.
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Roniel Ortiz, del equipo de abogados de Martinelli Berrocal, confirmó que los hijos del expresidente consignaron las fianzas y que ello les permitiría estar presentes en el juicio por los sobornos de Odebrecht, que se celebrará del 1 al 18 de agosto de 2023 y, si se pospone, tiene como fecha alterna del 27 de septiembre al 17 de octubre de 2023.
En cuanto a Blue Apple, todavía no hay fecha para el juicio, ya que hay recursos pendientes por resolver.
Ortiz explicó que la fianza permite que quien se encuentre imputado en un proceso judicial permanezca en libertad para afrontar las diversas diligencias que se deban practicar, sin restringir su libertad.
Los hermanos Martinelli quedarán en libertad el próximo 25 de enero, tras haber cumplido una condena de 36 meses de prisión (la cual fue reducida en un 15%), después que se declararon culpables de haber conspirado para lavar $28 millones en sobornos de Odebrecht, utilizando el sistema financiero estadounidense. Según las autoridades estadounidenses, esos sobornos beneficiaron a “un familiar cercano y alto funcionario” del gobierno de Panamá. Poco después, Ricardo Alberto y Luis Enrique confesaron que actuaron siguiendo órdenes directas de su padre.
Los dos hijos del expresidente llegaron a Estados Unidos extraditados desde Guatemala. Mientras permanecieron en ese país centroamericano, la jueza Marquínez giró un solicitud de extradición contra ambos por el caso Odebrecht, pero la petición de Panamá fue presentada después que la de Estados Unidos, por lo que las autoridades guatemaltecas dieron prioridad a la gestión hecha por las autoridades estadounidenses.
Una vez liberados los hermanos Martinelli, deberían regresar a Panamá, ya que, aunque parte de su condena allá incluye dos años de libertad vigilada, ambos carecen de un estatus migratorio que les permita permanecer en suelo estadounidense.
La defensa de los hermanos Martinelli sostienen que sus clientes son inocentes de los cargos que se le imputan en ambos procesos y alegan que todo se trata de una “persecución política”.
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