En solo un año de gestión, el Gobierno Nacional ha logrado reducir un 4% la pobreza energética en Panamá, beneficiando a 3,407 viviendas de comunidades rurales, comarcales y de difícil acceso con proyectos de electrificación ejecutados por la Oficina de Electrificación Rural (OER), adscrita al Ministerio de la Presidencia. La inversión supera los B/. 7.4 millones y forma parte del Plan de Electrificación Rural (PLAN-ER), que busca garantizar el acceso universal a la electricidad y mejorar la calidad de vida de miles de panameños.
El PLAN-ER lleva energía y esperanza a hogares en zonas apartadas del país.El director de la OER, Antonio Clement, explicó que este avance es fruto de un plan agresivo iniciado por la administración del presidente José Raúl Mulino para llevar luz a comunidades que dependían de lámparas artesanales al caer la noche. “Llevar electricidad es un adelanto. Pronto podrán tener también telefonía y otros servicios; es un gran cambio para hogares y escuelas que por décadas fueron olvidados”, destacó.
Según datos oficiales, 85 mil hogares aún carecen de energía eléctrica en el país, así como 289 centros de salud y 396 escuelas. Clement aseguró que el avance de este año supera lo alcanzado en cinco años por pasadas administraciones, y que muchos proyectos retomados estaban abandonados y deteriorados.
La electrificación se ha logrado con extensión de líneas del Sistema Interconectado Nacional y la instalación de paneles solares en zonas remotas, a través del programa “Mi Primera Luminaria”, que garantiza energía las 24 horas.
Proyectos de electrificación transforman la vida de familias en áreas rurales y comarcales.Las provincias más beneficiadas han sido la Comarca Ngäbe Buglé (1,580 viviendas), Coclé (681), Bocas del Toro (483) y Veraguas (391), entre otras. Casos emblemáticos como las comunidades de Otoal, San Pedro y San Miguel Centro en Coclé, que esperaron años pese a tener infraestructura instalada, hoy ya cuentan con luz tras resolver problemas técnicos pendientes.
Clement instó a los representantes de corregimiento a unir esfuerzos para que “no solo se encienda una luz, sino que se lleve esperanza y progreso” a las comunidades que nunca han tenido electricidad.



