El director del Sistema Penitenciario, Jorge Torregrosa, anunció un plan nacional para clasificar a los privados de libertad y poner en marcha programas de resocialización laboral. Actualmente, en Panamá hay 24,446 personas en las cárceles del país.
Torregrosa explicó que la última clasificación de internos fue hace más de diez años. Solo en los complejos de La Joya, La Mega Joya y La Joyita se han evaluado a más de 3,000 reclusos, quienes ahora podrán participar en trabajos dentro y fuera de las cárceles.
Uno de los programas más destacados es el “Plan Libertad”, que permite a más de 500 presos trabajar fuera de los penaless en proyectos con el Ministerio de Educación, MiCultura y la Alcaldía de Panamá. Por ejemplo, en escuelas públicas se han realizado mejoras con labores de albañilería, carpintería y ebanistería. Según Torregrosa, estos trabajos ayudan a descongestionar las prisiones porque permiten conmutar penas.
Más de seis mil personas privadas de libertad fueron liberadas gracias al Plan de Descongestión Penitenciaria y a programas de resocialización impulsados por la ministra de Gobierno, @DinoskaDinoska, informó @jtorregroza, director del Sistema Penitenciario, en @tvnnoticias. pic.twitter.com/vyhL0CeghX
— Dirección General del Sistema Penitenciario (@PenitenciarioPA) August 14, 2025
Desde enero, el sistema penitenciario ha entregado unas 6,500 boletas de libertad a quienes cumplen con los requisitos. Además, cuentan con un programa de seguimiento para ofrecer plazas de empleo a los liberados, con el fin de evitar que vuelvan a cometer delitos.
Sobre la población, Torregrosa detalló que hay 23,395 hombres y 1,051 mujeres en las cárceles. La mayoría están en la provincia de Panamá, especialmente en las prisiones La Nueva Joya, La Joya y La Joyita, que tienen entre 4,600 y 5,500 internos cada una.
El director reconoció que el sistema enfrenta problemas de hacinamiento y falta de presupuesto. De hecho, el 65% del dinero que recibe el Ministerio de Gobierno solo alcanza para alimentar a los presos. Cada semana entran de 80 a 90 personas nuevas, por lo que se realizan audiencias itinerantes para acelerar los procesos y liberar a quienes ya cumplieron gran parte de su condena.
Finalmente, Torregrosa lamentó la reciente muerte de dos reclusos con enfermedades crónicas y señaló la urgente necesidad de mejorar la atención médica en la Clínica La Merced, donde se atiende a la población carcelaria. “Para nosotros no son cifras, son personas, y cada fallecimiento nos duele”, afirmó.



