Panamá se convierte en uno de los focos clave de un estudio inédito que da visibilidad al impacto del afroemprendimiento en América Latina. Más de 3,000 testimonios de emprendedores afrodescendientes en cinco países (incluyendo Panamá) revelan una realidad marcada por la innovación, la resiliencia y las barreras estructurales.
La investigación fue impulsada por CAF – banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, en alianza con el Instituto Feira Preta y Plano CDE, y aborda temas como identidad, autoestima, acceso al crédito y racismo en el entorno empresarial.
En Panamá, los datos hablan fuerte:
El 52% de los afroemprendimientos está liderado por mujeres, y en el 59% de los casos son la fuente principal de ingresos del hogar.
Sin embargo, el 48% de estos negocios apenas alcanza el salario mínimo o menos en ganancias mensuales.
El 64% de los encuestados factura hasta un salario básico, y uno de cada tres define su emprendimiento como un acto de resistencia al racismo.
La población afrodescendiente en el país presenta una diversidad identitaria rica y profunda: afropanameños, afroantillanos, afrocoloniales, morenos y negros, todos con historias distintas pero unidas por un mismo objetivo: salir adelante con sus negocios a pesar del sistema.
En cuanto al acceso a herramientas tecnológicas y financiamiento:
El 67% usa WhatsApp para mover su negocio y el 63% depende de redes sociales para comercializar.
Aun así, el 25% ha sido rechazado al solicitar crédito, principalmente por deudas previas.
Panamá destaca con un 51% de negocios afro formalizados, lo que revela una mayor conciencia sobre la importancia de entrar al sistema legal, motivados por el acceso a servicios bancarios y oportunidades con grandes clientes.
El estudio fue presentado oficialmente en el Centro de Arte y Cultura de Colón, durante la Fiesta de la Etnia Negra Nacional. La actividad no solo sirvió para compartir los resultados, sino también para reafirmar el compromiso del Estado con las comunidades afrodescendientes.