El Ministerio Público de Veraguas reactivó esta semana la búsqueda de los restos del padre Héctor Gallego, desaparecido hace casi 54 años, el 9 de junio de 1971. Esta nueva etapa de la investigación se realiza en fincas del Instituto Nacional de Agricultura (INA) y cuenta con el apoyo de varias fiscalías y el Instituto de Medicina Legal.
Rolando Rodríguez, exfiscal que dirigió el caso, explicó en entrevista que la reapertura fue posible gracias al trabajo conjunto de varios funcionarios, entre ellos el fiscal Carlos Augusto Herrera, quien ayudó a superar el problema legal de la prescripción, y bajo la supervisión del procurador José Antonio Sosa. Rodríguez descartó la versión de que Gallego fue arrojado al mar, ya que esa práctica se hacía solo con personas vivas y con botas de concreto.

El exfiscal calificó la desaparición de Gallego como una “gran vergüenza nacional” y señaló que encontrar sus restos permitiría iniciar el proceso de beatificación, cerrando una herida histórica para Panamá. Sin embargo, el principal obstáculo ha sido el código de silencio impuesto por la Guardia Nacional durante la dictadura militar, que dificultó el acceso a la verdad.
En los últimos días, la Policía Nacional y el Ministerio Público capturaron a un exmilitar condenado a 15 años por su vinculación en la desaparición y homicidio del padre Gallego. Además, en Juan Díaz fue detenido su hijo, a quien le decomisaron un arma de fuego y municiones. Esta detención podría impulsar nuevos avances en el caso, que sigue abierto desde diciembre de 2024, cuando la Procuraduría reabrió la investigación basándose en recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El padre Héctor Gallego, sacerdote colombiano, fue un defensor de los campesinos en Santa Fe, Veraguas, y su desaparición forzada marcó un capítulo oscuro en la historia de Panamá. La búsqueda actual busca hacer justicia y dar respuestas a su familia y a la comunidad que aún mantiene viva su memoria.