El Ministerio de Salud (Minsa), a través de sus direcciones técnicas, mantiene un proceso activo de verificación de la calidad del agua que consumen los residentes de Arraiján y La Chorrera, en la provincia de Panamá Oeste, con el objetivo de garantizar condiciones seguras para la salud pública.
El procedimiento es realizado por los laboratorios de la Dirección Nacional de Control de Alimentos y Vigilancia Veterinaria (DNCAVV) en conjunto con personal del Subsector de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario (DISAPAS). Las inspecciones incluyen toma de muestras en comunidades y centros escolares abastecidos por acueductos rurales, así como análisis microbiológicos y físico-químicos del agua.
Según explicó el director regional del Minsa en Panamá Oeste, Jorge Melo, estas acciones también contemplan inspecciones técnicas a proyectos en ejecución que buscan mejorar la red de acueductos, incluso cuando son gestionados por otras instituciones.
Uno de los ejemplos destacados es el proyecto de construcción de un nuevo acueducto rural en la comunidad de Tinajones Abajo, corregimiento de Amador, distrito de La Chorrera. Este sistema, financiado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y Fundación Natura, está siendo ejecutado por la empresa INVESA y beneficiará a 47 familias (aproximadamente 235 personas).
Además, el personal de DISAPAS ha llevado a cabo la reactivación de pozos subterráneos en los corregimientos de Hurtado y Obaldía, también en La Chorrera, algunos de los cuales tenían hasta siete años fuera de operación. Para su reactivación, fue necesario realizar procesos completos de desinfección y monitoreo microbiológico antes de autorizar su uso como fuente de agua segura para la población.
Estas acciones forman parte de una estrategia preventiva y correctiva que busca garantizar el acceso a agua potable de calidad, especialmente en comunidades donde los sistemas rurales son la principal fuente de abastecimiento. El Minsa recuerda que el agua segura es un derecho fundamental y parte esencial de la salud pública.