Lo que era impensado hace 30 años atrás hoy es una realidad y que se adapta a lo complejo de nuestra imaginación. Hace un siglo, la humanidad sufrió los efectos de una pandemia pero las noticias de lo que ocurría en el resto del mundo, llegaba días después o no llegaba.
La pandemia por la enfermedad del coronavirus pulsó el botón de pausa al mundo entero y en las cosas sencillas se ha encontrado la felicidad.
Y a eso se dedicaron unos cuantos jóvenes panameños y de otros países que por semanas compartieron con ancianos de un hogar en Argentina.
Bryan, Leydis, Carolina y Miguel estudian en el Instituto Rubiano, y por medio de la Fundación Scholas, cuentan hoy un testimonio de vida.
La Fundación Scholas, que tiene presencia en 14 países, es la primera organización internacional con derecho pontificio para trabajar con jóvenes en temas educativos.
Mónica Chirino, directora de Scholas, contó a Mi Diario que les tocó reinventarse porque los programas eran muy masivos, ya que siempre eran jornadas con más 300 chicos en un gimnasio por una semana entera.
Llegó el momento de los encuentros virtuales del Programa Para Estar Juntos en el que también participaron adolescentes de Honduras, República Dominicana, México, Estados Unidos y España.
“Es uno de los mejores proyectos en los que he participado. Quisimos darle una mirada a los adultos mayores”, contó Brayan Rodríguez, oriundo de Soná.
La dinámica duró tres semanas con dos reuniones virtuales por semana.
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“Fue un momento bonito, porque los jóvenes a veces piensan que los adultos mayores son aburridos pero la verdad es que hay muchas cosas por descubrir”, expresó Brayan.
Dos momentos lo marcaron. Uno junto a un señor con el que se dio cuenta que su infancia guarda mucha similitud pues el anciano también era una persona de campo y no de ciudad.
Y otro con una señora que no tiene movilidad en sus piernas, pero esto no impidió que moviera parte de su cuerpo con la cumbia “Viva Panamá”.
“Rompimos la barrera de la edad y el factor físico. Y ahí, bailó sentada. Pusimos la cumbia Viva Panamá, y en aquel momento se nos salieron las lágrimas”, recordó.
LA COVID-19 ENTRÓ A SU CASA
Brayan no la ha pasado fácil en medio de la pandemia, ya que él y sus familiares salieron positivos para covid-19. El suspenso por estar contagiados y el posterior confinamiento no fue nada sencillo y pide a todos que sigan cuidandose.
“A toda la familia panameña les digo que aprovechen cada segundo con sus abuelos y bisabuelos. Son personas que tarde o temprano nos van a hacer falta. Valoren cada momento, no pierden la oportunidad de dar lindas palabras y gestos. Ellos quieren atención”, fue el mensaje final de Brayan.
Mónica dijo a Mi Diario que el programa continuará y no se descarta que se pueda realizar con adultos mayores en Panamá.