La desaparición del sacerdote Carlos Saúl Jaimes, de 30 años, ha generado una ola de preocupación en la Iglesia Católica, tanto en Colombia como en Panamá. El religioso, miembro de la Provincia Nuestra Señora de Gracia de la Orden de San Agustín, fue visto por última vez hace una semana mientras realizaba su misión pastoral en el municipio de Viotá, en el departamento de Cundinamarca.
Desde que se notificó su desaparición, la comunidad agustiniana en Colombia activó todos los protocolos correspondientes en coordinación con las autoridades locales. Así lo confirmó el padre Mauricio Saavedra, prior provincial, mediante un comunicado oficial.
“Hasta el momento, carecemos de información definitiva; sin embargo, se están realizando las investigaciones y las actividades de búsqueda adecuadas”, indicó Saavedra.
Un mensaje desde Panamá
Ante esta situación, el arzobispo de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, expresó su solidaridad y profunda preocupación por la desaparición del sacerdote colombiano. En un mensaje enviado a la comunidad agustiniana, manifestó su cercanía espiritual con quienes atraviesan este difícil momento.
“Desde lo más profundo del corazón de la Iglesia Católica en Panamá, queremos manifestarles nuestra cercanía, solidaridad y profunda preocupación por la desaparición de Fray Carlos Saúl Jaimes”, expresó Ulloa.
También señaló que comparte con la comunidad agustiniana la angustia, incertidumbre y esperanza, y que, en momentos como este, la fe debe unir aún más a toda la familia de la Iglesia.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades colombianas y de la comunidad religiosa, hasta el momento no se ha emitido ningún informe oficial sobre el paradero del padre Jaimes. En Viotá, feligreses y compañeros continúan orando por su pronta aparición y bienestar.


