En una emotiva ceremonia llena de espiritualidad, 12 privadas de libertad del Centro Femenino de Rehabilitación “Cecilia Orillac de Chiari” (Cefere) participaron junto a monseñor José Domingo Ulloa en el tradicional lavatorio de pies, recreando la escena que Jesús protagonizó hace más de dos mil años durante la Última Cena con sus apóstoles.
La homilía, realizada en la capilla del Cefere, se centró en mensajes de reconciliación, amor, libertad y dignidad. Monseñor Ulloa destacó que “lo importante no son los fallos que cometimos, sino qué queremos hacer con nuestras vidas; por eso debemos borrar nuestro pasado y proyectarnos en el presente y futuro”.
Privadas de libertad en Cefere reviven la Última Cena con monseñor Ulloa.Las privadas de libertad expresaron su profunda emoción y renovación espiritual. Kristi Bulgin, quien fue la última en ser seleccionada para el lavatorio, compartió que su reencuentro con la iglesia católica ha sido un refugio en medio de un duelo personal. Para Karina Pimentel, las palabras de monseñor Ulloa le han dejado una enseñanza para mejorar su vida, recordando que “Dios no tiene límites para querernos y tener misericordia”. Ingrid Núñez, extranjera privada de libertad, resaltó que aunque la distancia dificulta el contacto con sus seres queridos, la fe le da fuerza y valentía para afrontar su proceso.
Yohana Ortega, directora del Cefere, subrayó que estas actividades reafirmaron la fe y dignidad de las mujeres privadas de libertad, recordándoles que son merecedoras de amor y respeto.
Durante todo marzo, las privadas de libertad se prepararon con la Pastoral Penitenciaria para vivir con recogimiento las actividades de Semana Santa, fortaleciendo su espiritualidad y esperanza.



