El gobierno de José Mulino ha puesto sobre la mesa una medida que promete generar debate: la reducción del aparato estatal mediante la fusión o eliminación de instituciones públicas con funciones redundantes. La intención es clara: hacer más eficiente la gestión gubernamental y reducir el gasto público.
El primer candidato a desaparecer: el Banco de Desarrollo Agropecuario
Aunque aún no hay decisiones definitivas, se habla de la posible fusión del Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA) con el Banco Nacional de Panamá (BNP) debido a la compleja situación financiera del primero. Según Mulino, el BDA ha sido utilizado políticamente durante años y representa una carga financiera considerable para el Estado. “Eso está lleno de plomo, millonario porque fue un banco políticamente explotado en el tiempo. En este momento ese banco es un gasto”, afirmó el mandatario.
¿Un Estado sobredimensionado?
Panamá cuenta actualmente con:
17 ministerios
34 instituciones centralizadas
16 empresas públicas
13 gobernaciones
649 juntas comunales
Con este panorama, la gran pregunta es: ¿hay instituciones duplicadas o innecesarias que podrían eliminarse sin afectar la productividad?
Recorte necesario o riesgo para los servicios públicos
Mientras algunos ven en esta propuesta una oportunidad para optimizar el gasto estatal y eliminar burocracia innecesaria, otros advierten que una reducción apresurada podría afectar servicios esenciales para la ciudadanía.
¿Será posible “echar tijera” sin afectar la eficiencia del gobierno?