La Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco) volvió a sacar la faja contra los comercios que no cumplen la ley. En su último informe, reveló que impuso 103 multas que en conjunto suman B/.24,975.00 a distintos agentes económicos por violar lo establecido en la Ley 113 de 2019, que regula la venta de productos sucedáneos o de imitación.
La norma es clara: todo alimento que sea sucedáneo o de imitación debe llevar un letrero visible que advierta al comprador sobre su condición, además de indicar en buen español su nombre, país de origen y si es de producción nacional o importada. Acodeco recalcó que las etiquetas de precios en los anaqueles no reemplazan la señalización obligatoria, por lo que los negocios sorprendidos en falta terminaron con sanción.
Durante este año, los inspectores realizaron 171 verificaciones en seis provincias, y los resultados encendieron las alarmas: apenas 25 productos cumplían con lo exigido, mientras que 141 fueron detectados en incumplimiento. El panorama deja claro que muchos establecimientos todavía se hacen los desentendidos, poniendo en jaque el derecho de los consumidores a saber con exactitud qué están comprando.
El tema no es menor. Productos que se presentan como si fueran originales terminan en la mesa de miles de familias panameñas, que muchas veces pagan pensando que adquieren un alimento “auténtico” cuando en realidad es sucedáneo. De ahí la insistencia de la institución en recordar que la transparencia en la información es un deber y no un favor.
Para quienes quieran alzar la voz, Acodeco habilitó sus canales de denuncia: el asistente virtual Sindi, WhatsApp y Telegram al 6330-3333, además de sus redes sociales bajo la cuenta AcodecoPma y su sitio web oficial. Todas las denuncias son anónimas, pero deben contener detalles clave como la descripción de la falta, el nombre del local y la ubicación exacta.
El mensaje es claro: las vitrinas y estantes no pueden seguir “maquillando” los productos. Los letreros deben estar a la vista, porque el consumidor tiene derecho a decidir con información completa si lleva a casa el producto original o una imitación.
Por ahora, el golpe económico de casi 25 mil dólares en multas busca mandar una señal a quienes todavía se resisten a cumplir la ley. La pelota está en la cancha de los comerciantes: o se ajustan a las reglas, o seguirán pagando por jugar al vivo con la confianza del consumidor.


