La sala de urgencias del Hospital Regional Nicolás A. Solano (HRNAS), en La Chorrera, se convirtió en escenario de una tragedia que hoy tiene en alerta al Ministerio de Salud (Minsa). El pasado 13 de agosto de 2025, un paciente perdió la vida mientras aguardaba atención médica, un hecho que ha desatado indignación y la promesa de una investigación a fondo para esclarecer responsabilidades.
Según el comunicado emitido por la entidad, se activaron procesos administrativos contra el personal de turno de urgencias, con el objetivo de determinar qué ocurrió esa noche fatal. La medida, aseguran, busca preservar la integridad de la atención médica y, sobre todo, garantizar el derecho a la salud de la población, que no debe verse vulnerado por negligencias o descuidos.
El caso no quedará solo en manos del Minsa. La Fiscalía Regional de Panamá Oeste lleva la batuta de la investigación penal, con el compromiso de llegar al fondo del asunto. El mensaje es claro: se quiere conocer la verdad y establecer responsabilidades, caiga quien caiga, con estricto apego al debido proceso.
Lo cierto es que el Hospital Nicolás Solano no es ajeno a la presión. Sus pasillos reciben cada año a más de 67 mil pacientes solo en el área de urgencias. En lo que va de 2025, ya han pasado por allí casi 40 mil personas en busca de auxilio médico, lo que convierte a este centro en uno de los más congestionados de la región.
En medio de la polémica, el Minsa también salió al paso para recalcar que sigue apostando por mejorar la calidad del servicio y que los equipos de supervisión realizan evaluaciones constantes para evitar que se repitan episodios lamentables. “No habrá tolerancia para quienes falten a su deber de salvar vidas”, subraya el comunicado, recordando que los médicos y enfermeras están obligados a actuar bajo responsabilidad, ética y respeto a los pacientes.
Mientras tanto, la familia del fallecido exige respuestas, y la comunidad observa con lupa lo que se derive de esta investigación. El ambiente en La Chorrera está cargado de preguntas: ¿se trató de negligencia, saturación hospitalaria o simple falta de atención oportuna?
Lo único confirmado es que la vida de un paciente se apagó en un lugar que debía salvarla. Ahora, todo Panamá espera que las autoridades den con los responsables y que la muerte no quede en el olvido como un número más en las estadísticas de urgencias.

