Según denunció, el Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos ofreció una beca sin limitaciones para estudios superiores, dentro o fuera del país, a los 15 finalistas del certamen. Pero, en la práctica, todo se quedó en papeles.
“Yo presenté todo: carta de aceptación, cuadro de gastos, matrícula… y aún así el Ifarhu me dijo que esos no eran los documentos correctos. Luego ni me atendían”, relató Hilary, visiblemente decepcionada.
Lo que empezó como una beca por mérito, terminó siendo un auxilio económico con más trabas que ayuda, según los afectados. Algunos jóvenes de provincias como Bocas del Toro, Chiriquí y Darién tuvieron que viajar hasta la capital para gestionar lo prometido, sin obtener respuesta ni reembolso por los gastos.
El caso tomó fuerza luego que otra exfinalista, Gianna Vento, publicara un video que motivó a los demás a romper el silencio. Desde entonces, el grupo se ha organizado para exigir lo que consideran justo: que se cumpla con lo que se les ofreció de forma pública y como parte de un concurso nacional.
“Esto no es solo por nosotros. Es por el acceso justo a la educación”, advirtió Hilary, quien dejó claro que seguirán alzando la voz hasta que haya respuestas concretas.
Aunque el Ifarhu ha guardado silencio, la presión sigue creciendo. Y mientras las becas no aparecen, las promesas incumplidas siguen quedando al desnudo.